El cometa ISON rodeó el Sol ayer bajo la atenta mirada de varios observatorios. Alcanzó entonces el punto más cercano a nuestra estrella, también conocido como perihelio.
Aunque su destino aún no ha sido completamente determinado, es muy probable que no sobreviviera a este viaje, informa la NASA.
Ni el Solar Terrestrial Relations Observatory ni el Solar Dynamics Observatory (SDO), ambos de la agencia norteamericana, ni el Heliospheric Observatory de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) hallaron su rastro, después de que ISON cruzara la corona solar.
“En el SDO no hemos visto al cometa ISON”, ha confirmado Dean Pesnell, científico del proyecto del Solar Dynamics Observatory. "Así que pensamos que debe haberse desintegrado y evaporado antes de alcanzar su perihelio."
Culmina así el debate en la comunidad científica sobre si ISON sobreviviría o no a su acercamiento al Sol. Era difícil que lo lograse, por la acción de la gravedad solar, las altas temperaturas a las que se iba a ver sometido y la intensa radiación del Astro Rey. Todos estos factores podían desintegrarlo.
Aunque la desaparición de ISON suponga que el cometa no sea visible a en el cielo nocturno durante el mes de diciembre, la cantidad de observaciones realizadas sobre él durante este último año aún proporcionará grandes oportunidades de investigación durante algún tiempo. Una cuestión importante a concretar será, sin ir más lejos, por qué ISON se ha esfumado.
Aunque su destino aún no ha sido completamente determinado, es muy probable que no sobreviviera a este viaje, informa la NASA.
Ni el Solar Terrestrial Relations Observatory ni el Solar Dynamics Observatory (SDO), ambos de la agencia norteamericana, ni el Heliospheric Observatory de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) hallaron su rastro, después de que ISON cruzara la corona solar.
“En el SDO no hemos visto al cometa ISON”, ha confirmado Dean Pesnell, científico del proyecto del Solar Dynamics Observatory. "Así que pensamos que debe haberse desintegrado y evaporado antes de alcanzar su perihelio."
Culmina así el debate en la comunidad científica sobre si ISON sobreviviría o no a su acercamiento al Sol. Era difícil que lo lograse, por la acción de la gravedad solar, las altas temperaturas a las que se iba a ver sometido y la intensa radiación del Astro Rey. Todos estos factores podían desintegrarlo.
Aunque la desaparición de ISON suponga que el cometa no sea visible a en el cielo nocturno durante el mes de diciembre, la cantidad de observaciones realizadas sobre él durante este último año aún proporcionará grandes oportunidades de investigación durante algún tiempo. Una cuestión importante a concretar será, sin ir más lejos, por qué ISON se ha esfumado.
La muerte de un cometa joven
En general, los cometas, visibles sólo cuando están cerca del Sol, no sólo contienen información privilegiada sobre la formación del Sistema Solar, sino que además permiten comprender mejor los sistemas planetarios que se están gestando en otras estrellas.
ISON fue descubierto el 21 de septiembre de 2012 por Vitali Nevski y Artyom Novichonok, dos astrónomos rusos que pertenecen al proyecto internacional International Scientific Optical Network (Red Óptica Científica Internacional).
En el momento de su descubrimiento, el cometa se encontraba a 6,29 Unidades Astronómicas del Sol (aproximadamente 943 millones de kilómetros, entre las órbitas de Júpiter y Saturno). Según información obtenida por la NASA, el diámetro del cometa era de unos 10 kilómetros, e ISON era un cometa joven.
De haber sobrevivido, los astrónomos habrían seguido estudiándolo mientras se alejaba del Sol. Para entonces, esperaban, ISON habría perdido completamente la capa de polvo que le protegió durante su vida y hubiese permitido obtener información sobre el material resguardado bajo ella, el más primitivo y menos modificado desde que el cometa se formó en las primeras épocas del Sistema Solar.
En el vídeo: Imágenes, publicadas por la NASA, del Solar Terrestrial Relations Observatory y del Solar and Heliospheric Observatory que muestran al cometa ISON en su viaje alrededor del Sol.
En general, los cometas, visibles sólo cuando están cerca del Sol, no sólo contienen información privilegiada sobre la formación del Sistema Solar, sino que además permiten comprender mejor los sistemas planetarios que se están gestando en otras estrellas.
ISON fue descubierto el 21 de septiembre de 2012 por Vitali Nevski y Artyom Novichonok, dos astrónomos rusos que pertenecen al proyecto internacional International Scientific Optical Network (Red Óptica Científica Internacional).
En el momento de su descubrimiento, el cometa se encontraba a 6,29 Unidades Astronómicas del Sol (aproximadamente 943 millones de kilómetros, entre las órbitas de Júpiter y Saturno). Según información obtenida por la NASA, el diámetro del cometa era de unos 10 kilómetros, e ISON era un cometa joven.
De haber sobrevivido, los astrónomos habrían seguido estudiándolo mientras se alejaba del Sol. Para entonces, esperaban, ISON habría perdido completamente la capa de polvo que le protegió durante su vida y hubiese permitido obtener información sobre el material resguardado bajo ella, el más primitivo y menos modificado desde que el cometa se formó en las primeras épocas del Sistema Solar.
En el vídeo: Imágenes, publicadas por la NASA, del Solar Terrestrial Relations Observatory y del Solar and Heliospheric Observatory que muestran al cometa ISON en su viaje alrededor del Sol.