Mientras que para muchos, sobre todo para los jóvenes que aún no tienen tantas responsabilidades ni han establecido una vida familiar en un lugar determinado, puede parecer emocionante oír hablar de una oportunidad de trabajo en otro sitio del planeta distinto al que conocen y al que están acostumbrados, para otros esto puede ser sinónimo de un mal sueño al que no quisieran tener que enfrentarse.
Y es que al cambiar el lugar en el que una persona vive se transforman a la vez muchísimos aspectos de su vida y de la de los que la rodean, lo que implica realizar cambios no sólo en la parte profesional, sino también en la afectiva, la social, la cultural, etc.
Es por eso que algunas personas podrían optar por un trabajo más estable y tranquilo en el que puedan quedarse en el lugar donde viven y no tengan que sufrir cambios en su vida familiar ni social, aunque éste no represente la mejor oportunidad de crecimiento profesional.
Pero las cifras de un nuevo estudio demuestran que hoy, como nunca antes, un gran número de personas están dispuestas a desafiar estos cambios para ir en busca de mejores oportunidades. Se trata del Executive Quiz del Korn/Ferry Institute que realizó una encuesta a más de mil ejecutivos de distintas industrias de más de 65 países para preguntarles por sus motivaciones a la hora de trasladarse a otro lugar.
Sorprendentemente, el 82% de los ejecutivos que participaron del estudio afirmaron estar dispuestos a trasladarse a otra región, Estado o país para trabajar desde allí.
Ejecutivos en movimiento
La cifra no es nada despreciable. El hecho de que una mayoría tan amplia de ejecutivos estén dispuestos a dejar el lugar en el que viven representa una importante tendencia que refleja nuevas prioridades. De ese 82%, el 47% de los ejecutivos afirmaron estar “extremadamente dispuestos” a trasladarse a otro sitio, mientras que el 35% dijeron estar “algo dispuestos” a hacerlo.
Adicionalmente, mientras que más de la mitad de los ejecutivos globales manifiestan haber aceptado tareas de trabajo internacionales y el 81% aseguran haberse trasladado a otra región, Estado o país en alguna etapa de su carrera, sólo el 8% afirma haber rechazado oportunidades de trabajar en un lugar distinto al que viven. Por otra parte, 41% de los ejecutivos dicen no haber recibido nunca ofertas laborales para cambiar de localización.
Michael Distefano, jefe de mercadeo de Korn/Ferry, describe la situación de la siguiente forma: “Es una gran decisión de vida el irse lejos de la familia y los amigos por el bien de la carrera, y hay dos factores significativos que han impulsado este fenómeno. Primero, no hay duda de que la recesión global ha tenido su cuota. Los profesionales con talento se dan cuenta de que se trata de un mercado de compradores, lo que los está forzando a reubicarse en los lugares en los que está la acción. Adicionalmente, la velocidad de la globalización está derribando las fronteras a un ritmo impensable. Aunque la comunidad de negocios global está operando continuamente en todo el mundo, todavía hay centros de actividad económica que atraen a los mejores y a los más brillantes”.
Eso quiere decir que, por un lado, las necesidades y la incertidumbre que creó la recesión obligaron a muchos a dejar a un lado sus preferencias y, por otro, que la globalización ha hecho que los ejecutivos no limiten su visión del trabajo a un lugar determinado, sino que se abran a nuevas oportunidades que pueden representar mejores resultados.
Y es que al cambiar el lugar en el que una persona vive se transforman a la vez muchísimos aspectos de su vida y de la de los que la rodean, lo que implica realizar cambios no sólo en la parte profesional, sino también en la afectiva, la social, la cultural, etc.
Es por eso que algunas personas podrían optar por un trabajo más estable y tranquilo en el que puedan quedarse en el lugar donde viven y no tengan que sufrir cambios en su vida familiar ni social, aunque éste no represente la mejor oportunidad de crecimiento profesional.
Pero las cifras de un nuevo estudio demuestran que hoy, como nunca antes, un gran número de personas están dispuestas a desafiar estos cambios para ir en busca de mejores oportunidades. Se trata del Executive Quiz del Korn/Ferry Institute que realizó una encuesta a más de mil ejecutivos de distintas industrias de más de 65 países para preguntarles por sus motivaciones a la hora de trasladarse a otro lugar.
Sorprendentemente, el 82% de los ejecutivos que participaron del estudio afirmaron estar dispuestos a trasladarse a otra región, Estado o país para trabajar desde allí.
Ejecutivos en movimiento
La cifra no es nada despreciable. El hecho de que una mayoría tan amplia de ejecutivos estén dispuestos a dejar el lugar en el que viven representa una importante tendencia que refleja nuevas prioridades. De ese 82%, el 47% de los ejecutivos afirmaron estar “extremadamente dispuestos” a trasladarse a otro sitio, mientras que el 35% dijeron estar “algo dispuestos” a hacerlo.
Adicionalmente, mientras que más de la mitad de los ejecutivos globales manifiestan haber aceptado tareas de trabajo internacionales y el 81% aseguran haberse trasladado a otra región, Estado o país en alguna etapa de su carrera, sólo el 8% afirma haber rechazado oportunidades de trabajar en un lugar distinto al que viven. Por otra parte, 41% de los ejecutivos dicen no haber recibido nunca ofertas laborales para cambiar de localización.
Michael Distefano, jefe de mercadeo de Korn/Ferry, describe la situación de la siguiente forma: “Es una gran decisión de vida el irse lejos de la familia y los amigos por el bien de la carrera, y hay dos factores significativos que han impulsado este fenómeno. Primero, no hay duda de que la recesión global ha tenido su cuota. Los profesionales con talento se dan cuenta de que se trata de un mercado de compradores, lo que los está forzando a reubicarse en los lugares en los que está la acción. Adicionalmente, la velocidad de la globalización está derribando las fronteras a un ritmo impensable. Aunque la comunidad de negocios global está operando continuamente en todo el mundo, todavía hay centros de actividad económica que atraen a los mejores y a los más brillantes”.
Eso quiere decir que, por un lado, las necesidades y la incertidumbre que creó la recesión obligaron a muchos a dejar a un lado sus preferencias y, por otro, que la globalización ha hecho que los ejecutivos no limiten su visión del trabajo a un lugar determinado, sino que se abran a nuevas oportunidades que pueden representar mejores resultados.
Prioridades y preferencias
El hecho de que tantos ejecutivos estén dispuestos a reubicarse no quiere decir que no tengan ciertas preferencias o motivaciones que los llevarían a aceptar o declinar determinadas ofertas. Por ejemplo, según el estudio de Korn/Ferry, las cuatro regiones preferidas por los ejecutivos para irse a vivir a ellas por motivos de trabajo son Norteamérica, Europa, Asia Pacífico y Sudamérica.
Por otra parte, aunque muchos puedan asumir que el factor remuneración es la principal motivación para dejar el lugar en el que se vive, las cifras se inclinan hacia el crecimiento de la carrera y la calidad de vida: sólo el 20% de los ejecutivos entrevistados mencionaron “el título del puesto y el ascenso” y el “salario” como los principales agentes de motivación a la hora de reubicarse, mientras que el 78% eligieron el desarrollo de su carrera profesional, y el 42% la calidad de vida que ese nuevo lugar les podría ofrecer. El factor elegido por el 18% de los participantes fue la reputación de la compañía.
En fin, son diferentes circunstancias y condiciones de la sociedad actual las que han llevado a los ejecutivos a consolidar una tendencia tan fuerte a la reubicación en distintos lugares del planeta, y eso sólo demuestra que cada vez hay menos barreras geográficas y que las empresas y los directivos deben estar en la onda, ofreciendo buenas oportunidades laborales que representen crecimiento profesional y calidad de vida, para así quedarse con el mayor talento y sacar provecho de las ventajas que representa contar con empleados óptimos en varios lugares del mundo.
El hecho de que tantos ejecutivos estén dispuestos a reubicarse no quiere decir que no tengan ciertas preferencias o motivaciones que los llevarían a aceptar o declinar determinadas ofertas. Por ejemplo, según el estudio de Korn/Ferry, las cuatro regiones preferidas por los ejecutivos para irse a vivir a ellas por motivos de trabajo son Norteamérica, Europa, Asia Pacífico y Sudamérica.
Por otra parte, aunque muchos puedan asumir que el factor remuneración es la principal motivación para dejar el lugar en el que se vive, las cifras se inclinan hacia el crecimiento de la carrera y la calidad de vida: sólo el 20% de los ejecutivos entrevistados mencionaron “el título del puesto y el ascenso” y el “salario” como los principales agentes de motivación a la hora de reubicarse, mientras que el 78% eligieron el desarrollo de su carrera profesional, y el 42% la calidad de vida que ese nuevo lugar les podría ofrecer. El factor elegido por el 18% de los participantes fue la reputación de la compañía.
En fin, son diferentes circunstancias y condiciones de la sociedad actual las que han llevado a los ejecutivos a consolidar una tendencia tan fuerte a la reubicación en distintos lugares del planeta, y eso sólo demuestra que cada vez hay menos barreras geográficas y que las empresas y los directivos deben estar en la onda, ofreciendo buenas oportunidades laborales que representen crecimiento profesional y calidad de vida, para así quedarse con el mayor talento y sacar provecho de las ventajas que representa contar con empleados óptimos en varios lugares del mundo.