Imagen detallada de la Nebulosa de la Gamba obtenida por el telescopio VST de ESO. Fuente: ESO.
Un brillante revoltijo de nubes de gas forma una enorme guardería estelar apodada la Nebulosa de la Gamba.
Una imagen obtenida con el Telescopio de Sondeo VLT, en el Observatorio Paranal de ESO (Chile), puede ser la más precisa jamás obtenida de este objeto. Muestra grupos de estrellas calientes recién nacidas acurrucadas entre las nubes que componen la nebulosa.
Situada a unos 6.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Scorpius (El escorpión), la nebulosa oficialmente conocida como IC 4628 es una enorme región llena de gas y de burbujas de gas oscuro.
Esas nubes de gas son regiones de formación estelar que generan brillantes estrellas jóvenes calientes. En luz visible, vemos estas estrellas en colores blancoazulados, pero también emiten una intensa radiación en otras partes del espectro — la mayor parte en el ultravioleta.
Es esa luz ultravioleta de las estrellas, señala la nota de prensa de ESO, la que hace que las nubes de gas brillen. Esta radiación arranca los electrones de los átomos de hidrógeno, que más tarde se recombinarán y desprenderán energía en forma de luz.
Durante este proceso, cada elemento químico emite luz en colores determinados, y para el hidrógeno el color predominante es el rojo. IC 4628 es un ejemplo de región HII. Los astrónomos utilizan el término “HII” (pronunciado “hache dos”) para referirse al hidrógeno ionizado, y “HI” (“hache uno”) cuando hablan de hidrógeno atómico.
Un átomo de hidrógeno está formado por un electrón unido a un protón; en el gas ionizado, los átomos se rompen y se dividen entre electrones libres e iones positivos — en este caso los iones positivos son protones individuales.
Madre de muchas estrellas
La Nebulosa de la Gamba tiene una extensión de unos 250 años luz, cubriendo un área del cielo equivalente a cuatro veces la de la Luna llena. Pese a su gran tamaño, a menudo ha sido ignorada por los observadores por su debilidad y debido a que la mayor parte de su luz se emite en longitudes de onda que el ojo humano no puede percibir. La nebulosa también es conocida como Gum 56, por el astrónomo australiano Colin Gum, quien publicó un catálogo de regiones HII en 1955.
A lo largo de los últimos millones de años esta región del cielo ha formado numerosas estrellas, tanto individuales como en cúmulos. Hay un gran cúmulo de estrellas disperso, llamado Collinder 316, que se extiende a lo largo de casi toda la imagen. Este cúmulo forma parte de un conjunto mayor de estrellas luminosas muy calientes.
También pueden verse muchas estructuras o cavidades más oscuras, en las que la materia interestelar ha sido expulsada por los potentes vientos, generados por las estrellas calientes cercanas.
Una imagen obtenida con el Telescopio de Sondeo VLT, en el Observatorio Paranal de ESO (Chile), puede ser la más precisa jamás obtenida de este objeto. Muestra grupos de estrellas calientes recién nacidas acurrucadas entre las nubes que componen la nebulosa.
Situada a unos 6.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Scorpius (El escorpión), la nebulosa oficialmente conocida como IC 4628 es una enorme región llena de gas y de burbujas de gas oscuro.
Esas nubes de gas son regiones de formación estelar que generan brillantes estrellas jóvenes calientes. En luz visible, vemos estas estrellas en colores blancoazulados, pero también emiten una intensa radiación en otras partes del espectro — la mayor parte en el ultravioleta.
Es esa luz ultravioleta de las estrellas, señala la nota de prensa de ESO, la que hace que las nubes de gas brillen. Esta radiación arranca los electrones de los átomos de hidrógeno, que más tarde se recombinarán y desprenderán energía en forma de luz.
Durante este proceso, cada elemento químico emite luz en colores determinados, y para el hidrógeno el color predominante es el rojo. IC 4628 es un ejemplo de región HII. Los astrónomos utilizan el término “HII” (pronunciado “hache dos”) para referirse al hidrógeno ionizado, y “HI” (“hache uno”) cuando hablan de hidrógeno atómico.
Un átomo de hidrógeno está formado por un electrón unido a un protón; en el gas ionizado, los átomos se rompen y se dividen entre electrones libres e iones positivos — en este caso los iones positivos son protones individuales.
Madre de muchas estrellas
La Nebulosa de la Gamba tiene una extensión de unos 250 años luz, cubriendo un área del cielo equivalente a cuatro veces la de la Luna llena. Pese a su gran tamaño, a menudo ha sido ignorada por los observadores por su debilidad y debido a que la mayor parte de su luz se emite en longitudes de onda que el ojo humano no puede percibir. La nebulosa también es conocida como Gum 56, por el astrónomo australiano Colin Gum, quien publicó un catálogo de regiones HII en 1955.
A lo largo de los últimos millones de años esta región del cielo ha formado numerosas estrellas, tanto individuales como en cúmulos. Hay un gran cúmulo de estrellas disperso, llamado Collinder 316, que se extiende a lo largo de casi toda la imagen. Este cúmulo forma parte de un conjunto mayor de estrellas luminosas muy calientes.
También pueden verse muchas estructuras o cavidades más oscuras, en las que la materia interestelar ha sido expulsada por los potentes vientos, generados por las estrellas calientes cercanas.
Observatorio Paranal
La imagen se obtuvo con el Telescopio de Sondeo VLT (VST) en el Observatorio Paranal de ESO (Observatorio Austral Europeo), en Chile. El VST es el telescopio más grande del mundo diseñado para sondeos del cielo en luz visible.
Es un telescopio de última tecnología, de 2,6 metros, construido en torno a la cámara OmegaCAM, que contiene 32 detectores CCD que, juntos, crean imágenes de 268 megapíxeles.
Esta nueva imagen de 24.000 píxeles de ancho es un mosaico de dos de estas imágenes y es una de las imágenes individuales más grandes proporcionadas por ESO hasta el momento.
La imagen forma parte de un detallado sondeo público de una gran parte de la Vía Láctea llamado VPHAS+, que utiliza el poder de VST para buscar nuevos objetos como estrellas jóvenes y nebulosas planetarias. El sondeo también proporcionará mejores imágenes de muchas inmensas y brillantes regiones de formación estelar, como la que protagoniza esta noticia.
Las detalladas imágenes de VST fueron mejoradas realzando los colores, al incluir imágenes adicionales de alta calidad obtenidas con otros filtros. Estas imágenes son obra de Martin Pugh, un hábil astrónomo aficionado que las obtuvo desde Australia utilizando telescopios de 32 y 13 centímetros.
La imagen se obtuvo con el Telescopio de Sondeo VLT (VST) en el Observatorio Paranal de ESO (Observatorio Austral Europeo), en Chile. El VST es el telescopio más grande del mundo diseñado para sondeos del cielo en luz visible.
Es un telescopio de última tecnología, de 2,6 metros, construido en torno a la cámara OmegaCAM, que contiene 32 detectores CCD que, juntos, crean imágenes de 268 megapíxeles.
Esta nueva imagen de 24.000 píxeles de ancho es un mosaico de dos de estas imágenes y es una de las imágenes individuales más grandes proporcionadas por ESO hasta el momento.
La imagen forma parte de un detallado sondeo público de una gran parte de la Vía Láctea llamado VPHAS+, que utiliza el poder de VST para buscar nuevos objetos como estrellas jóvenes y nebulosas planetarias. El sondeo también proporcionará mejores imágenes de muchas inmensas y brillantes regiones de formación estelar, como la que protagoniza esta noticia.
Las detalladas imágenes de VST fueron mejoradas realzando los colores, al incluir imágenes adicionales de alta calidad obtenidas con otros filtros. Estas imágenes son obra de Martin Pugh, un hábil astrónomo aficionado que las obtuvo desde Australia utilizando telescopios de 32 y 13 centímetros.