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Encuentran por casualidad la pieza de música polifónica más antigua conocida

Ha sido hallada en la Biblioteca Británica de Londres y señala que la polifonía es un siglo más antigua de lo que se pensaba


El ejemplo más antiguo conocido de música polifónica -pieza de música coral o que combina más de una melodía independiente- ha sido encontrado por casualidad en la Biblioteca Británica de Londres. La pieza sitúa el origen de este tipo de música, que definió la mayoría de la música europea hasta el siglo XX, en el año 900, es decir, un siglo antes de lo que se creía hasta ahora.


Redacción T21
17/12/2014

Imagen: MS Harley 3019. Fuente: Universidad de Cambridge.
Imagen: MS Harley 3019. Fuente: Universidad de Cambridge.
El ejemplo más antiguo conocido de música polifónica -pieza de música coral o que combina más de una melodía independiente- ha sido encontrado en la Biblioteca Británica de Londres, al final de un manuscrito sobre la vida del obispo Maternianus de Reims.

Se cree que la pieza data de comienzos del siglo X y consiste en una canción breve dedicada a San Bonifacio, el «apóstol de los germanos». Está escrita en una notación musical anterior  a la invención de la duela.

Fue descubierta por casualidad por Giovanni Varelli, estudiante de doctorado de la Universidad de Cambridge especializado en la notación de la música antigua. Varelli se dio cuenta que la composición contenía dos piezas vocales que se complementaban.

Un siglo más de antigüedad  

La polifonía, tipo de textura musical en la que suenan simultáneamente múltiples voces melódicas, ha definido la mayoría de la música europea hasta el siglo XX, pero aún no está claro con exactitud en qué momento surgió.

Algunos tratados sitúan su origen en la Alta Edad Media, y hasta ahora el ejemplo más temprano conocido - junto con el Manuscrito de Chartres- era el Tropario de Winchester o Winchester Troper formado por dos manuscritos ingleses fechados hacia el año 1000.

La investigación de Varelli sugiere ahora que la pieza hallada habría sido escrita en el año 900, es decir, un siglo antes que el Tropario de Winchester.

Desafío a las convenciones musicales de la época

Además de por su antigüedad, la pieza destaca porque se desvía de las convenciones musicales de los tratados de la época a la que pertenece. Esto sugiere que incluso en un estadio inicial del desarrollo de la polifonía, los compositores ya experimentaban con las formas y rompían las reglas establecidas casi al mismo tiempo que iban componiendo.

“Lo más interesante es que en esta pieza vemos el nacimiento de la música polifónica, y no encontramos lo que se esperaba”, afirma Varelli en un comunicado de la Universidad de Cambridge.

Por otra parte, “tradicionalmente, se ha considerado que el desarrollo de la música polifónica como siguió reglas fijas y una práctica casi mecánica. Esta pieza cambia la manera de comprender su desarrollo, precisamente porque en ella se rompen esas reglas”, añade el investigador. Esto demostraría que esta música, en ese momento, se encontraba en una situación fluida, de desarrollo.

Desde el punto de vista técnico, la pieza es un “organum”, una forma de polifonía occidental primitiva que alcanzó su apogeo en la Escuela de Notre Dame de París, centro del Ars Antiqua (sobre todo entre los siglos XI y XII) y que está basada en la repetición paralela de la misma melodía.

¿Por qué pasó desapercibida?

La causa de que un ejemplo tan temprano de música polifónica haya pasado desapercibido para los especialistas hasta el momento radicaría en su notación, prácticamente indescifrable para los lectores más modernos.

El autor de la pieza y su origen monástico aún es un misterio, pero Varelli ha conseguido establecer que procede de alguno de los diversos centros eclesiásticos del noroeste de Alemania, de los alrededores de Paderborn o Düsseldorf porque la pieza está escrita en un tipo de notación que el fue más utilizado en Alemania en ese momento.
 
 



Redacción T21
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