Un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Australia Occidental descubrió que nuestras células se deterioran y comparten menos recursos a medida que envejecemos, lo que puede provocar la aparición de enfermedades como osteoporosis, artritis, enfermedades cardiovasculares y cánceres.
El autor principal de esta investigación, Minghao Zheng, señala en un comunicado que las células del cuerpo tienen tareas individuales que generalmente comparten trabajando juntas como un equipo, y comparten recursos para reparar daños y mantener un funcionamiento corporal saludable.
"Sin embargo, a medida que las personas envejecen, sus células se deterioran y pierden su capacidad de compartir recursos", explica Zheng.
“Eso provoca que la salud del cuerpo disminuya, con algunas células incapaces de realizar sus tareas habituales, lo que puede conducir a la aparición de enfermedades".
Mitocondrias críticas
Zheng dijo también que las mitocondrias, las potencias de las células, desempeñan un papel crítico al determinar cómo se comparten los recursos entre las células.
Las mitocondrias son orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular (respiración celular).
"Se han realizado muchos estudios sobre las mitocondrias, pero lo que los hace compartir recursos sigue sin estar claro", señala Zheng.
Los investigadores descubrieron que la relación entre las mitocondrias en las células óseas (osteocitos) y la red dendrítica que conecta las células, determina qué hace que las células compartan o no compartan recursos.
Es decir, cuando las mitocondrias encargadas de suministrar energía al tejido óseo, que se renueva y se reabsorbe continuamente, altera su funcionamiento, las células óseas dejan de cooperar entre sí y se propicia la aparición de enfermedades.
El autor principal de esta investigación, Minghao Zheng, señala en un comunicado que las células del cuerpo tienen tareas individuales que generalmente comparten trabajando juntas como un equipo, y comparten recursos para reparar daños y mantener un funcionamiento corporal saludable.
"Sin embargo, a medida que las personas envejecen, sus células se deterioran y pierden su capacidad de compartir recursos", explica Zheng.
“Eso provoca que la salud del cuerpo disminuya, con algunas células incapaces de realizar sus tareas habituales, lo que puede conducir a la aparición de enfermedades".
Mitocondrias críticas
Zheng dijo también que las mitocondrias, las potencias de las células, desempeñan un papel crítico al determinar cómo se comparten los recursos entre las células.
Las mitocondrias son orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular (respiración celular).
"Se han realizado muchos estudios sobre las mitocondrias, pero lo que los hace compartir recursos sigue sin estar claro", señala Zheng.
Los investigadores descubrieron que la relación entre las mitocondrias en las células óseas (osteocitos) y la red dendrítica que conecta las células, determina qué hace que las células compartan o no compartan recursos.
Es decir, cuando las mitocondrias encargadas de suministrar energía al tejido óseo, que se renueva y se reabsorbe continuamente, altera su funcionamiento, las células óseas dejan de cooperar entre sí y se propicia la aparición de enfermedades.
Amplio impacto
Las enfermedades que surgen de esta alteración no afectan solo al tejido óseo, provocando por ejemplo osteoporosis (disminución de la densidad de masa ósea) o a las articulaciones (artritis), sino también al sistema cardiovascular e incluso a la aparición de distintos tipos de cáncer.
"Las complejidades de cómo funciona la relación entre las mitocondrias y la red dendrítica es compleja y es algo que seguimos investigando", según Zheng.
"Los hallazgos son importantes y podrían ayudar al desarrollo de mejores tratamientos médicos y beneficios para la salud en el futuro", añade.
En esta investigación, cuyos resultados publica la revista Science Advances, participaron también científicos del Perron Institute for Neurological and Translational Science de Austratia, así como otros colegas de China, Estados Unidos y Japón.
Las enfermedades que surgen de esta alteración no afectan solo al tejido óseo, provocando por ejemplo osteoporosis (disminución de la densidad de masa ósea) o a las articulaciones (artritis), sino también al sistema cardiovascular e incluso a la aparición de distintos tipos de cáncer.
"Las complejidades de cómo funciona la relación entre las mitocondrias y la red dendrítica es compleja y es algo que seguimos investigando", según Zheng.
"Los hallazgos son importantes y podrían ayudar al desarrollo de mejores tratamientos médicos y beneficios para la salud en el futuro", añade.
En esta investigación, cuyos resultados publica la revista Science Advances, participaron también científicos del Perron Institute for Neurological and Translational Science de Austratia, así como otros colegas de China, Estados Unidos y Japón.
Referencia
Endoplasmic reticulum mediates mitochondrial transfer within the osteocyte dendritic network. Junjie Gao et al. Science Advances 20 Nov 2019: Vol. 5, no. 11, eaaw7215. DOI:10.1126/sciadv.aaw7215
Endoplasmic reticulum mediates mitochondrial transfer within the osteocyte dendritic network. Junjie Gao et al. Science Advances 20 Nov 2019: Vol. 5, no. 11, eaaw7215. DOI:10.1126/sciadv.aaw7215