La capacidad de recordar los sonidos y de manipularlos en nuestra mente es muy importante en nuestras actividades cotidianas, ya que sin ella no sería posible entender el sentido de una frase o realizar operaciones aritméticas simples.
Un nuevo estudio arroja luz sobre los mecanismos cerebrales de la memoria de los sonidos y propone una estrategia para mejorarla, informa el Instituto y Hospital Neurológico de Montreal en un comunicado.
La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una forma no invasiva de estimulación del tejido nervioso (corteza cerebral, médula espinal, vías motoras centrales y nervios periféricos), sin dolor, y permite interferir de forma controlada la actividad normal del cerebro humano.
Investigaciones anteriores ya habían permitido a los científicos descubrir una red neuronal llamada vía dorsal que es la sede de algunos aspectos de la memoria auditiva. También habían descubierto que impulsos eléctricos rítmicos llamados ondas theta (oscilaciones electromagnéticas) se generan en el interior de la vía dorsal del cerebro. Pero hasta ahora no se conocía el papel que desempeñaban estas ondas en la memoria auditiva.
Para descubrir el vínculo entre las ondas theta y la memoria auditiva, y determinar cómo mejorarla en caso de necesidad, los investigadores canadienses pidieron a 17 voluntarios reconocer una música después de escucharla.
Mientras la identificaban, los investigadores registraron su actividad cerebral mediante magnetoencefalografía y electroencefalografía, con la finalidad de determinar la amplitud y la frecuencia de las ondas theta en la vía dorsal. Así descubrieron la zona del cerebro de dónde procedían.
A partir de estas observaciones, los investigadores recurrieron a la estimulación magnética transcraneal para proporcionar a los voluntarios, mientras recordaban la música, impulsos eléctricos rítmicos cuya frecuencia era idéntica a la de las ondas theta. De esta manera, ampliaban sus efectos y podían observar su influencia sobre la memoria auditiva de los sujetos.
Un nuevo estudio arroja luz sobre los mecanismos cerebrales de la memoria de los sonidos y propone una estrategia para mejorarla, informa el Instituto y Hospital Neurológico de Montreal en un comunicado.
La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una forma no invasiva de estimulación del tejido nervioso (corteza cerebral, médula espinal, vías motoras centrales y nervios periféricos), sin dolor, y permite interferir de forma controlada la actividad normal del cerebro humano.
Investigaciones anteriores ya habían permitido a los científicos descubrir una red neuronal llamada vía dorsal que es la sede de algunos aspectos de la memoria auditiva. También habían descubierto que impulsos eléctricos rítmicos llamados ondas theta (oscilaciones electromagnéticas) se generan en el interior de la vía dorsal del cerebro. Pero hasta ahora no se conocía el papel que desempeñaban estas ondas en la memoria auditiva.
Para descubrir el vínculo entre las ondas theta y la memoria auditiva, y determinar cómo mejorarla en caso de necesidad, los investigadores canadienses pidieron a 17 voluntarios reconocer una música después de escucharla.
Mientras la identificaban, los investigadores registraron su actividad cerebral mediante magnetoencefalografía y electroencefalografía, con la finalidad de determinar la amplitud y la frecuencia de las ondas theta en la vía dorsal. Así descubrieron la zona del cerebro de dónde procedían.
A partir de estas observaciones, los investigadores recurrieron a la estimulación magnética transcraneal para proporcionar a los voluntarios, mientras recordaban la música, impulsos eléctricos rítmicos cuya frecuencia era idéntica a la de las ondas theta. De esta manera, ampliaban sus efectos y podían observar su influencia sobre la memoria auditiva de los sujetos.
Manipulación de las ondas theta
De esta forma descubrieron que los voluntarios recordaban mejor la música que habían oído, siempre que los impulsos magnéticos transcraneales tuvieran la misma frecuencia natural de las ondas theta del cerebro. Cuando estos impulsos no eran rítmicos, no se producía ninguna mejora de la memoria auditiva de los voluntarios.
Los investigadores concluyen que es la manipulación de las ondas theta, y no únicamente la aplicación de impulsos magnéticos transcreaneales, los que permiten mejorar la memoria auditiva.
Los científicos buscaban desde hace tiempo comprender el papel de las ondas theta, una incógnita que se resuelve con este estudio. El carácter específico de los resultados obtenidos y su amplio campo de aplicación son los aspectos más interesantes del descubrimiento, señalan los investigadores.
Philippe Albouy, autor principal, explica que « ahora sabemos que es posible modificar el comportamiento humano con la ayuda de impulsos idénticos a los que genera el cerebro. Este descubrimiento, utilizado para la memoria auditiva, puede aplicarse igualmente a otros procesos cognitivos, como la visión, la percepción y el aprendizaje”.
Este descubrimiento tiene también aplicaciones clínicas, ya que esta estimulación puede en el futuro compensar la pérdida de memoria asociada a la enfermedad de Alzheimer, según los investigadores, que profundizarán en este conocimiento para estudiar otras aplicaciones clínicas.
De esta forma descubrieron que los voluntarios recordaban mejor la música que habían oído, siempre que los impulsos magnéticos transcraneales tuvieran la misma frecuencia natural de las ondas theta del cerebro. Cuando estos impulsos no eran rítmicos, no se producía ninguna mejora de la memoria auditiva de los voluntarios.
Los investigadores concluyen que es la manipulación de las ondas theta, y no únicamente la aplicación de impulsos magnéticos transcreaneales, los que permiten mejorar la memoria auditiva.
Los científicos buscaban desde hace tiempo comprender el papel de las ondas theta, una incógnita que se resuelve con este estudio. El carácter específico de los resultados obtenidos y su amplio campo de aplicación son los aspectos más interesantes del descubrimiento, señalan los investigadores.
Philippe Albouy, autor principal, explica que « ahora sabemos que es posible modificar el comportamiento humano con la ayuda de impulsos idénticos a los que genera el cerebro. Este descubrimiento, utilizado para la memoria auditiva, puede aplicarse igualmente a otros procesos cognitivos, como la visión, la percepción y el aprendizaje”.
Este descubrimiento tiene también aplicaciones clínicas, ya que esta estimulación puede en el futuro compensar la pérdida de memoria asociada a la enfermedad de Alzheimer, según los investigadores, que profundizarán en este conocimiento para estudiar otras aplicaciones clínicas.
Referencia
Selective Entrainment of Theta Oscillations in the Dorsal Stream Causally Enhances Auditory Working Memory Performance. Neuron, March 23, 2017.
Selective Entrainment of Theta Oscillations in the Dorsal Stream Causally Enhances Auditory Working Memory Performance. Neuron, March 23, 2017.