Actualmente, cuando una persona puede llegar a recibir más información en un día que su bisabuelo en toda su vida, se puede tener el espejismo de que esta avalancha de datos hace a los ciudadanos ser plenamente libres y, por lo tanto, poder tener opiniones propias e independientes.
Pero lo cierto es que muchas veces este bombardeo constante de noticias sólo lleva a que se lleguen a bloquear las mentes de tal manera que sea imposible pensar con claridad. E incluso, en ocasiones, se corra el riesgo de creer que se está pensando y alcanzando conclusiones por uno mismo.
Pero nada más lejos de la realidad. Incluso los analistas más expertos pueden caer en el error de llegar a valoraciones erróneas, no por ignorar los procedimientos, sino por ignorar de dónde ha surgido la información con la que ha elaborado sus análisis.
Lo cierto es que la información que nos llega siempre, de una forma u otra y a veces hasta de forma involuntaria, es parcial, está tergiversada, no es objetiva, o intencionadamente está contaminada.
Pues la única verdad es que la información se ha convertido, más que nunca, en el medio perfecto para controlar a las masas, para imponerles gustos, tendencias, pensamientos, modos de vida y hasta acciones u omisiones.
Es muy difícil salir de esta dinámica, y no sólo para las personas menos avisadas o que ni siquiera se plantean estas preocupaciones.
Obtener información alternativa, recurrir a fuentes diversas, no sólo es complicado, sino que puede suponer un gasto y, sobre todo, lleva tiempo, algo que en este mundo precipitado que nos ha tocado vivir es un lujo que no todas las personas se pueden permitir.
Presiones mediáticas
Si alguien se pusiera a estudiar con detalle lo que está sucediendo, vería que todos estamos sometidos a enormes presiones mediáticas, a corrientes de pensamiento que generan verdaderas espirales de silencio de las que es casi imposible salir.
Vivimos en un mundo donde, a pesar de la libertad que creemos gozar, se ningunea y estigmatiza a aquel cuya opinión no se quiere que se escuche, donde se puede “matar” socialmente a una persona, excluirla de todos los ámbitos simplemente por plantearse pensamientos alternativos a los que se han impuesto a la población, donde los que triunfan son los que repiten sin cesar los mantras, los tópicos, sin reflexionar sobre ellos, pues, por el contrario, los que se arriesgan a dudar de lo impuesto, a replantear conceptos considerados universales, están abocados al fracaso más estrepitoso.
Además, el contexto internacional impone que los poderosos intenten crear líneas de pensamiento único, produciéndose una verdadera guerra de la información, mediante campañas de información y psicológicas de ámbito mundial, en la que cada parte trata de influir sobre los ciudadanos propios y del adversario, en la que la mentira se impone, demonizando enemigos, falseando la historia, creando acontecimientos, y todo para vencer en este aspecto que, si bien no es novedoso, si lo son la magnitud, los medios y el escenario en donde se desarrolla -como el ciberespacio y las redes sociales-, así como la inmediatez con se genera y reproduce.
Para desentrañar las claves de este tema tan sumamente interesante, en esta edición de Visión Geopolítica, conducida por el analista geopolítico Pedro Baños, se ha contado con la participación de los expertos José Javier Esparza, afamado periodista y reconocido escritor, Juan Antonio Aguilar, periodista y analista de política internacional, y Luis Togores, profesor, escritor e historiador.
Pero lo cierto es que muchas veces este bombardeo constante de noticias sólo lleva a que se lleguen a bloquear las mentes de tal manera que sea imposible pensar con claridad. E incluso, en ocasiones, se corra el riesgo de creer que se está pensando y alcanzando conclusiones por uno mismo.
Pero nada más lejos de la realidad. Incluso los analistas más expertos pueden caer en el error de llegar a valoraciones erróneas, no por ignorar los procedimientos, sino por ignorar de dónde ha surgido la información con la que ha elaborado sus análisis.
Lo cierto es que la información que nos llega siempre, de una forma u otra y a veces hasta de forma involuntaria, es parcial, está tergiversada, no es objetiva, o intencionadamente está contaminada.
Pues la única verdad es que la información se ha convertido, más que nunca, en el medio perfecto para controlar a las masas, para imponerles gustos, tendencias, pensamientos, modos de vida y hasta acciones u omisiones.
Es muy difícil salir de esta dinámica, y no sólo para las personas menos avisadas o que ni siquiera se plantean estas preocupaciones.
Obtener información alternativa, recurrir a fuentes diversas, no sólo es complicado, sino que puede suponer un gasto y, sobre todo, lleva tiempo, algo que en este mundo precipitado que nos ha tocado vivir es un lujo que no todas las personas se pueden permitir.
Presiones mediáticas
Si alguien se pusiera a estudiar con detalle lo que está sucediendo, vería que todos estamos sometidos a enormes presiones mediáticas, a corrientes de pensamiento que generan verdaderas espirales de silencio de las que es casi imposible salir.
Vivimos en un mundo donde, a pesar de la libertad que creemos gozar, se ningunea y estigmatiza a aquel cuya opinión no se quiere que se escuche, donde se puede “matar” socialmente a una persona, excluirla de todos los ámbitos simplemente por plantearse pensamientos alternativos a los que se han impuesto a la población, donde los que triunfan son los que repiten sin cesar los mantras, los tópicos, sin reflexionar sobre ellos, pues, por el contrario, los que se arriesgan a dudar de lo impuesto, a replantear conceptos considerados universales, están abocados al fracaso más estrepitoso.
Además, el contexto internacional impone que los poderosos intenten crear líneas de pensamiento único, produciéndose una verdadera guerra de la información, mediante campañas de información y psicológicas de ámbito mundial, en la que cada parte trata de influir sobre los ciudadanos propios y del adversario, en la que la mentira se impone, demonizando enemigos, falseando la historia, creando acontecimientos, y todo para vencer en este aspecto que, si bien no es novedoso, si lo son la magnitud, los medios y el escenario en donde se desarrolla -como el ciberespacio y las redes sociales-, así como la inmediatez con se genera y reproduce.
Para desentrañar las claves de este tema tan sumamente interesante, en esta edición de Visión Geopolítica, conducida por el analista geopolítico Pedro Baños, se ha contado con la participación de los expertos José Javier Esparza, afamado periodista y reconocido escritor, Juan Antonio Aguilar, periodista y analista de política internacional, y Luis Togores, profesor, escritor e historiador.
Perfiles
José Javier Esparza, afamado periodista y prolífico escritor con una larga trayectoria profesional, al que ningún tema del mundo le es ajeno.
Juan Antonio Aguilar, periodista y analista de política internacional. Es director del periódico digital “El Espía Digital”, especializado en temas de Inteligencia, Defensa y Seguridad. Colabora activamente en el canal Russia Today, en la Voz de Moscú - Sputnik Radio, el canal HispanTV y codirige el programa de radio Orientando en Cadena Ibérica.
Luis Eugenio Togores Sánchez, historiador, profesor, experto en historia militar y en historia de las relaciones internacionales.Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es secretario académico del Instituto CEU de Estudios Históricos y director del Departamento de Humanidades de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación. Fue decano de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación y vicerrector de Alumnos en la Universidad CEU San Pablo. Ha dedicado su investigación y producción historiográfica al estudio de las Historia de las Relaciones Internacionales, la Historia Colonial —con especial interés a la presencia española en Filipinas, Asia oriental y el Pacífico, en el siglo XIX— y a la Historia Militar, temas sobre los que ha publicado numerosísimas obras. También ha sido guionista y director de abundantes documentales históricos.
José Javier Esparza, afamado periodista y prolífico escritor con una larga trayectoria profesional, al que ningún tema del mundo le es ajeno.
Juan Antonio Aguilar, periodista y analista de política internacional. Es director del periódico digital “El Espía Digital”, especializado en temas de Inteligencia, Defensa y Seguridad. Colabora activamente en el canal Russia Today, en la Voz de Moscú - Sputnik Radio, el canal HispanTV y codirige el programa de radio Orientando en Cadena Ibérica.
Luis Eugenio Togores Sánchez, historiador, profesor, experto en historia militar y en historia de las relaciones internacionales.Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es secretario académico del Instituto CEU de Estudios Históricos y director del Departamento de Humanidades de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación. Fue decano de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación y vicerrector de Alumnos en la Universidad CEU San Pablo. Ha dedicado su investigación y producción historiográfica al estudio de las Historia de las Relaciones Internacionales, la Historia Colonial —con especial interés a la presencia española en Filipinas, Asia oriental y el Pacífico, en el siglo XIX— y a la Historia Militar, temas sobre los que ha publicado numerosísimas obras. También ha sido guionista y director de abundantes documentales históricos.