Los cuatro jinetes del Apocalipsis, que según la biblia anunciarían el fin de los tiempos humanos, ya no son el hambre, la guerra, la enfermedad y la muerte.
Una investigación desarrollada en la Universidad de Singapur y publicada en la revista BioEssays señala que los peligros que amenazan a la humanidad son hoy más complejos.
Establece que en la actualidad existen cuatro condiciones sistémicas amplias, patológicamente conectadas, a las que llama “cuatro jinetes”, que están conduciendo a nuestra civilización hacia su posible autodestrucción.
Esos cuatro jinetes son la superpoblación, la globalización, la hiperconectividad y la concentración de las cadenas de suministros.
Los cuatro jinetes
Se refiere por un lado al imparable crecimiento demográfico y a la concentración de más de la mitad de la población humana en núcleos urbanos: enjaulada como pollos de granja, consume productos elaborados y antibióticos para sobrevivir.
Por otro lado a la hiperconectividad, tanto dentro de las ciudades como entre ellas, que facilita la transmisión de enfermedades contagiosas y promueve la aparición de grandes crisis de salud.
En tercer lugar se refiere a la globalización, origen de la pandemia del Covid-19: no está preparada para afrontar desafíos sanitarios mundiales.
Por último precisa que la concentración en unas pocas multinacionales de los suministros básicos aumenta la fragilidad de la población humana en tiempos de crisis y dificulta una reacción inmediata en caso de necesitarse, por ejemplo, ventiladores o respiradores.
Estos cuatro parámetros generales diseñan la probabilidad de una catástrofe planetaria que pondría fin a los tiempos humanos, según los investigadores.
Alarma Covid-19
La voz de alarma la ha dado el Covid-19: la dinámica de los cuatro nuevos jinetes del apocalipsis puede provocar que esta pandemia haga metástasis y se convierta en una catástrofe sin precedentes.
"Incluso si Covid-19 no es la causa directa de una catástrofe mundial, como el iceberg que partió al Titanic, nos desvela que estamos navegando en un mar peligroso que tiene cada vez más icebergs", explica Michael C. Jones, coautor del artículo, en un comunicado.
En este paisaje cada vez más complejo y caótico, maniobras como rescates financieros colosales para evitar la ruina por el iceberg Covid-19 pueden convertir el barco directamente en un "iceberg" más grande o, más probablemente, en una cadena de colisiones hasta el punto de ser catastrófico.
Una investigación desarrollada en la Universidad de Singapur y publicada en la revista BioEssays señala que los peligros que amenazan a la humanidad son hoy más complejos.
Establece que en la actualidad existen cuatro condiciones sistémicas amplias, patológicamente conectadas, a las que llama “cuatro jinetes”, que están conduciendo a nuestra civilización hacia su posible autodestrucción.
Esos cuatro jinetes son la superpoblación, la globalización, la hiperconectividad y la concentración de las cadenas de suministros.
Los cuatro jinetes
Se refiere por un lado al imparable crecimiento demográfico y a la concentración de más de la mitad de la población humana en núcleos urbanos: enjaulada como pollos de granja, consume productos elaborados y antibióticos para sobrevivir.
Por otro lado a la hiperconectividad, tanto dentro de las ciudades como entre ellas, que facilita la transmisión de enfermedades contagiosas y promueve la aparición de grandes crisis de salud.
En tercer lugar se refiere a la globalización, origen de la pandemia del Covid-19: no está preparada para afrontar desafíos sanitarios mundiales.
Por último precisa que la concentración en unas pocas multinacionales de los suministros básicos aumenta la fragilidad de la población humana en tiempos de crisis y dificulta una reacción inmediata en caso de necesitarse, por ejemplo, ventiladores o respiradores.
Estos cuatro parámetros generales diseñan la probabilidad de una catástrofe planetaria que pondría fin a los tiempos humanos, según los investigadores.
Alarma Covid-19
La voz de alarma la ha dado el Covid-19: la dinámica de los cuatro nuevos jinetes del apocalipsis puede provocar que esta pandemia haga metástasis y se convierta en una catástrofe sin precedentes.
"Incluso si Covid-19 no es la causa directa de una catástrofe mundial, como el iceberg que partió al Titanic, nos desvela que estamos navegando en un mar peligroso que tiene cada vez más icebergs", explica Michael C. Jones, coautor del artículo, en un comunicado.
En este paisaje cada vez más complejo y caótico, maniobras como rescates financieros colosales para evitar la ruina por el iceberg Covid-19 pueden convertir el barco directamente en un "iceberg" más grande o, más probablemente, en una cadena de colisiones hasta el punto de ser catastrófico.
Los cuatro Jinetes del Apocalipsis que según la Biblia aportarían grandes males a la humanidad. De izquierda a derecha: la muerte, el hambre, la guerra y la enfermedad. Pintura de Viktor Vasnetsov (1887).
Cambiar es la solución
Los investigadores plantean que la única solución posible es un cambio de rumbo basado en el principio de precaución establecido por la Unión Europea en el año 2000.
Este principio aconseja tomar medidas preventivas ante sospechas de peligros o amenazas graves, aunque no se cuente todavía con una evidencia científica categórica.
Los investigadores consideran que debemos afrontar grandes transformaciones basadas en nuestro conocimiento de la biología y en la comprensión de sistemas complejos que interactúan entre sí.
También que debemos revisar la relación que tenemos con el planeta porque en la actualidad es maligna y patológica.
Para evitar el apocalipsis deberemos por último optar por una economía sostenible y por comportamientos que se inspiren en la vida, en vez de nutrir sistemas que desafían a la naturaleza.
La crisis actual, concluyen los investigadores, debería conducir a la conciencia colectiva y al cuestionamiento del sistema para evitar que ocurran desastres aún más graves.
Los investigadores plantean que la única solución posible es un cambio de rumbo basado en el principio de precaución establecido por la Unión Europea en el año 2000.
Este principio aconseja tomar medidas preventivas ante sospechas de peligros o amenazas graves, aunque no se cuente todavía con una evidencia científica categórica.
Los investigadores consideran que debemos afrontar grandes transformaciones basadas en nuestro conocimiento de la biología y en la comprensión de sistemas complejos que interactúan entre sí.
También que debemos revisar la relación que tenemos con el planeta porque en la actualidad es maligna y patológica.
Para evitar el apocalipsis deberemos por último optar por una economía sostenible y por comportamientos que se inspiren en la vida, en vez de nutrir sistemas que desafían a la naturaleza.
La crisis actual, concluyen los investigadores, debería conducir a la conciencia colectiva y al cuestionamiento del sistema para evitar que ocurran desastres aún más graves.
Referencia
Introducing the 21st Century's New Four Horsemen of the Coronapocalypse. Kang Hao Cheong, Michael C. Jones. BioEssays, March 2020. DOI:https://doi.org/10.1002/bies.202000063
Introducing the 21st Century's New Four Horsemen of the Coronapocalypse. Kang Hao Cheong, Michael C. Jones. BioEssays, March 2020. DOI:https://doi.org/10.1002/bies.202000063