Señales de vida. Christian Bayer (izquierda) y Moritz Kuhn (derecha). Foto: Volker Lannert / Uni Bonn.
Una investigación desarrollada en la Universidad de Bonn ha descubierto por qué varía la mortandad por Covid-19 según los países.
El alto índice de mortalidad se debe básicamente a la estructura familiar: aumenta cuando los abuelos y los hijos mayores viven bajo el mismo techo.
Los investigadores suponen que el SARS-CoV-2, el coronavirus causante del Covid-19, vino de China a Europa principalmente a través de la fuerza laboral.
Luego se propagó en el viejo continente entre los profesionales y a partir de ahí a las demás personas.
El proceso se agrava cuando las personas mayores se ven espacialmente afectadas, porque entonces se colapsa el sistema sanitario.
La expansión y letalidad del coronavirus tiene así dos polos generacionales como fuente principal: la juventud y los mayores que comparten techo.
Porcentajes significativos
Para hacer mensurables los contactos sociales entre generaciones, los investigadores averiguaron la proporción de personas de 30 a 49 años que viven con sus padres.
Y encontraron grandes diferencias en una comparativa europea y global, así como en la tasa de mortalidad.
"Si la población activa está infectada de forma significativa, esto es menos dramático para las estructuras de población como las de Alemania o Escandinavia, en las que hay menos contactos intergeneracionales en la vida diaria", explica Moritz Kuhn, uno de los investigadores, en un comunicado.
Sin embargo, en países como Italia, donde las personas mayores a menudo viven bajo el mismo techo con toda la familia, la proporción de resultados fatales aumenta significativamente.
En Italia muere un promedio de 60 personas por cada 1.000 personas afectadas, mientras que en Alemania son tres fallecidos por la misma proporción.
En España vive una media de 2,44 personas por vivienda y más de un tercio de los jóvenes de 25 a 34 años aún no se ha independizado.
Quizás este dato explica la letalidad del coronavirus en España, que ronda el 8,7 por ciento de los afectados, si se sigue la lógica de este estudio, que no considera el dato de este país.
Amenaza sobre el Este
No solo Italia tiene muchas formas de contactos intergeneracionales, sino también países de Europa del Este, destacan los investigadores.
Advierten que estos países podrían enfrentar una situación similar a la de Italia si retrasan la implementación de las medidas recomendadas para proteger a la población anciana, como el "distanciamiento social".
Esto hace que sea aún más importante que las medidas se introduzcan cuanto antes, señalan.
El alto índice de mortalidad se debe básicamente a la estructura familiar: aumenta cuando los abuelos y los hijos mayores viven bajo el mismo techo.
Los investigadores suponen que el SARS-CoV-2, el coronavirus causante del Covid-19, vino de China a Europa principalmente a través de la fuerza laboral.
Luego se propagó en el viejo continente entre los profesionales y a partir de ahí a las demás personas.
El proceso se agrava cuando las personas mayores se ven espacialmente afectadas, porque entonces se colapsa el sistema sanitario.
La expansión y letalidad del coronavirus tiene así dos polos generacionales como fuente principal: la juventud y los mayores que comparten techo.
Porcentajes significativos
Para hacer mensurables los contactos sociales entre generaciones, los investigadores averiguaron la proporción de personas de 30 a 49 años que viven con sus padres.
Y encontraron grandes diferencias en una comparativa europea y global, así como en la tasa de mortalidad.
"Si la población activa está infectada de forma significativa, esto es menos dramático para las estructuras de población como las de Alemania o Escandinavia, en las que hay menos contactos intergeneracionales en la vida diaria", explica Moritz Kuhn, uno de los investigadores, en un comunicado.
Sin embargo, en países como Italia, donde las personas mayores a menudo viven bajo el mismo techo con toda la familia, la proporción de resultados fatales aumenta significativamente.
En Italia muere un promedio de 60 personas por cada 1.000 personas afectadas, mientras que en Alemania son tres fallecidos por la misma proporción.
En España vive una media de 2,44 personas por vivienda y más de un tercio de los jóvenes de 25 a 34 años aún no se ha independizado.
Quizás este dato explica la letalidad del coronavirus en España, que ronda el 8,7 por ciento de los afectados, si se sigue la lógica de este estudio, que no considera el dato de este país.
Amenaza sobre el Este
No solo Italia tiene muchas formas de contactos intergeneracionales, sino también países de Europa del Este, destacan los investigadores.
Advierten que estos países podrían enfrentar una situación similar a la de Italia si retrasan la implementación de las medidas recomendadas para proteger a la población anciana, como el "distanciamiento social".
Esto hace que sea aún más importante que las medidas se introduzcan cuanto antes, señalan.
Atenuante asiático
Según los investigadores, la misma correlación se aplica a la región asiática, donde los contactos intergeneracionales son aún más pronunciados.
Sin embargo, hay atenuantes que explican su relativamente moderada letalidad.
En primer lugar que su población por lo general es mucho más joven.
En segundo lugar, porque tienen unos rituales de saludo que son menos propicios para la transmisión del coronavirus.
También cuenta que los países asiáticos están mejor preparados para posibles pandemias debido a la experiencia obtenida de la crisis del SARS de 2003.
Por ejemplo, en muchos países asiáticos hay clínicas de fiebre que tratan solo los síntomas específicos del resfriado y la gripe: reducen la sobrecarga del sistema sanitario en momentos de epidemia.
Según los investigadores, la misma correlación se aplica a la región asiática, donde los contactos intergeneracionales son aún más pronunciados.
Sin embargo, hay atenuantes que explican su relativamente moderada letalidad.
En primer lugar que su población por lo general es mucho más joven.
En segundo lugar, porque tienen unos rituales de saludo que son menos propicios para la transmisión del coronavirus.
También cuenta que los países asiáticos están mejor preparados para posibles pandemias debido a la experiencia obtenida de la crisis del SARS de 2003.
Por ejemplo, en muchos países asiáticos hay clínicas de fiebre que tratan solo los síntomas específicos del resfriado y la gripe: reducen la sobrecarga del sistema sanitario en momentos de epidemia.
Referencia
Intergenerational ties and case fatality rates: A cross-country analysis. Christian Bayer, Moritz Kuhn. ECONtribute, March 19, 2020.
Intergenerational ties and case fatality rates: A cross-country analysis. Christian Bayer, Moritz Kuhn. ECONtribute, March 19, 2020.