Investigadores británicos han ideado un sistema para predecir la edad cerebral de una persona a partir de imágenes de resonancia magnética de su cerebro, según informa el Imperial College de Londres en un comunicado.
El método podría ayudar a detectar las personas con mayor riesgo de salud y de muerte prematura, señalan los investigadores. Sus resultados se han publicado en la revista Molecular Psychiatry.
Los científicos han combinado las exploraciones de resonancia magnética del cerebro con algoritmos de inteligencia artificial, lo que les ha permitido entrenar a los ordenadores para determinar la edad cerebral de una persona basándose en el volumen del tejido cerebral.
La técnica fue empleada en una población de adultos mayores en Escocia y descubrió que cuanto mayor es la diferencia entre la edad cerebral de una persona y su edad física, mayor es el riesgo de padecer enfermedades mentales y físicas, así como de morir antes de tiempo.
Aunque la técnica todavía no puede ser utilizada en la investigación clínica, los investigadores confían en que en el futuro pueda ser empleada para, a partir de conocer la edad cerebral de una persona, detectar el riesgo de deterioro cognitivo y de morir antes de los 80 años.
Desde hace tiempo, los científicos buscan biomarcadores (sustancias usadas como indicadores de un estado biológico) que sean fiables y capaces de medir la edad de una persona, por ejemplo a partir de muestras de sangre o de pelo.
Nuevo enfoque
Lo que han hecho los investigadores británicos es añadir un nuevo enfoque, basado en imágenes de resonancia magnética del cerebro combinadas con técnicas de inteligencia artificial, concretamente el aprendizaje automático, para facilitar un mejor conocimiento de las personas mayores.
James Cole, autor principal de la investigación, explica que “nuestro enfoque utiliza la discrepancia entre la edad cronológica y lo que llamamos la del cerebro, como un marcador de atrofia relacionada con la edad en el cerebro. Si se aprecia que el cerebro es más viejo que la edad real, eso refleja que algo negativo puede estar sucediendo. "
El nuevo método se basa en una técnica desarrollada por primera vez en 2010 que mide el volumen del cerebro. Además, utiliza la inteligencia artificial para estimar la pérdida global de la materia gris y blanca, una característica del proceso de envejecimiento en el cerebro.
Cole y su equipo adoptó esta técnica básica y analizó datos públicos de exploraciones a través de imágenes de resonancia magnética de más de 2.000 cerebros de personas sanas, obteniendo con ellos mapas normalizados que predijeron con exactitud la edad de las personas.
A continuación, aplicó esta técnica a los escáneres de 669 personas nacidas en 1936 que se habían sometido a escáneres de RM a la edad de 73 años. El análisis reveló que aquellas personas con una edad cerebral mayor que su edad cronológica obtuvieron resultados peores en las medidas físicas estándar para el envejecimiento saludable, incluyendo la fuerza de agarre, la capacidad pulmonar y la velocidad de marcha.
También descubrió que las personas que tenían los cerebros más envejecidos murieron antes de los 80 años, mostrando una diferencia de 8 años entre la edad cronológica y cerebral en el caso de los varones fallecidos. En el caso de las mujeres fallecidas, la diferencia de edad entre el cerebro y su cuerpo era de dos años.
El método podría ayudar a detectar las personas con mayor riesgo de salud y de muerte prematura, señalan los investigadores. Sus resultados se han publicado en la revista Molecular Psychiatry.
Los científicos han combinado las exploraciones de resonancia magnética del cerebro con algoritmos de inteligencia artificial, lo que les ha permitido entrenar a los ordenadores para determinar la edad cerebral de una persona basándose en el volumen del tejido cerebral.
La técnica fue empleada en una población de adultos mayores en Escocia y descubrió que cuanto mayor es la diferencia entre la edad cerebral de una persona y su edad física, mayor es el riesgo de padecer enfermedades mentales y físicas, así como de morir antes de tiempo.
Aunque la técnica todavía no puede ser utilizada en la investigación clínica, los investigadores confían en que en el futuro pueda ser empleada para, a partir de conocer la edad cerebral de una persona, detectar el riesgo de deterioro cognitivo y de morir antes de los 80 años.
Desde hace tiempo, los científicos buscan biomarcadores (sustancias usadas como indicadores de un estado biológico) que sean fiables y capaces de medir la edad de una persona, por ejemplo a partir de muestras de sangre o de pelo.
Nuevo enfoque
Lo que han hecho los investigadores británicos es añadir un nuevo enfoque, basado en imágenes de resonancia magnética del cerebro combinadas con técnicas de inteligencia artificial, concretamente el aprendizaje automático, para facilitar un mejor conocimiento de las personas mayores.
James Cole, autor principal de la investigación, explica que “nuestro enfoque utiliza la discrepancia entre la edad cronológica y lo que llamamos la del cerebro, como un marcador de atrofia relacionada con la edad en el cerebro. Si se aprecia que el cerebro es más viejo que la edad real, eso refleja que algo negativo puede estar sucediendo. "
El nuevo método se basa en una técnica desarrollada por primera vez en 2010 que mide el volumen del cerebro. Además, utiliza la inteligencia artificial para estimar la pérdida global de la materia gris y blanca, una característica del proceso de envejecimiento en el cerebro.
Cole y su equipo adoptó esta técnica básica y analizó datos públicos de exploraciones a través de imágenes de resonancia magnética de más de 2.000 cerebros de personas sanas, obteniendo con ellos mapas normalizados que predijeron con exactitud la edad de las personas.
A continuación, aplicó esta técnica a los escáneres de 669 personas nacidas en 1936 que se habían sometido a escáneres de RM a la edad de 73 años. El análisis reveló que aquellas personas con una edad cerebral mayor que su edad cronológica obtuvieron resultados peores en las medidas físicas estándar para el envejecimiento saludable, incluyendo la fuerza de agarre, la capacidad pulmonar y la velocidad de marcha.
También descubrió que las personas que tenían los cerebros más envejecidos murieron antes de los 80 años, mostrando una diferencia de 8 años entre la edad cronológica y cerebral en el caso de los varones fallecidos. En el caso de las mujeres fallecidas, la diferencia de edad entre el cerebro y su cuerpo era de dos años.
Índice de masa cerebral
La técnica podría utilizarse para informar a los profesionales de la salud si un paciente tiene una edad cerebral sana o está por encima o por debajo de una línea, similar al índice de masa corporal (IMC) que se utiliza hoy.
Sin embargo, los investigadores reconocen que, si bien la técnica tiene un gran potencial, todavía hay un margen de error relativamente grande, por lo que están incorporando diferentes tipos de imágenes para mejorar la precisión. También hay que anotar la dificultad de lo costoso que resulta el sistema de imagen de resonancia magnética.
La idea, para los autores no es descabellada. Señalan que de la misma forma que se habla de pulmones envejecidos, respecto a la edad de una persona, por el hecho de ser fumador, también puede hablarse de cerebros más viejos que el resto del cuerpo.
Y de la misma forma que una persona puede en la actualidad acceder a una página de internet y después de responder a un cuestionario sobre el ejercicio físico que practica y la dieta que consume, obtener su edad cardiaca, lo mismo podría hacerse con la edad del cerebro, si bien usando otra metodología.
La edad es un factor de riesgo importante para las enfermedades neurodegenerativas más comunes, incluyendo el deterioro cognitivo leve, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Lou Gehrig.
Si bien muchas investigaciones se han centrado en las enfermedades del envejecimiento, existen pocos estudios informativos sobre la biología molecular del cerebro envejecido. Esta investigación arroja nueva luz sobre este vacío y puede ser de gran ayuda en gerontología.
La técnica podría utilizarse para informar a los profesionales de la salud si un paciente tiene una edad cerebral sana o está por encima o por debajo de una línea, similar al índice de masa corporal (IMC) que se utiliza hoy.
Sin embargo, los investigadores reconocen que, si bien la técnica tiene un gran potencial, todavía hay un margen de error relativamente grande, por lo que están incorporando diferentes tipos de imágenes para mejorar la precisión. También hay que anotar la dificultad de lo costoso que resulta el sistema de imagen de resonancia magnética.
La idea, para los autores no es descabellada. Señalan que de la misma forma que se habla de pulmones envejecidos, respecto a la edad de una persona, por el hecho de ser fumador, también puede hablarse de cerebros más viejos que el resto del cuerpo.
Y de la misma forma que una persona puede en la actualidad acceder a una página de internet y después de responder a un cuestionario sobre el ejercicio físico que practica y la dieta que consume, obtener su edad cardiaca, lo mismo podría hacerse con la edad del cerebro, si bien usando otra metodología.
La edad es un factor de riesgo importante para las enfermedades neurodegenerativas más comunes, incluyendo el deterioro cognitivo leve, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Lou Gehrig.
Si bien muchas investigaciones se han centrado en las enfermedades del envejecimiento, existen pocos estudios informativos sobre la biología molecular del cerebro envejecido. Esta investigación arroja nueva luz sobre este vacío y puede ser de gran ayuda en gerontología.
Referencia
Brain age predicts mortality. Molecular Psychiatry advance online publication 25 April 2017; doi: 10.1038/mp.2017.62
Brain age predicts mortality. Molecular Psychiatry advance online publication 25 April 2017; doi: 10.1038/mp.2017.62