Vista de satélite de la isla Reunión. Fuente: Wikimedia Commons.
Las islas Reunión y Mauricio, ambas situadas en el océano Índico, son destinos turísticos bien conocidos en los que se ha hecho un interesante descubrimiento.
Al parecer, estas islas esconden un micro-continente, bautizado como Mauritia, originado por desprendimiento hace unos 60 millones de años, mientras Madagascar y la India se separaban.
Mauritia habría quedado desde entonces oculto bajo enormes masas de lava.
Este hallazgo sugiere que la aparición de micro-continentes en los océanos se da con más frecuencia de lo que se pensaba, señala un artículo publicado en la revista Nature Geoscience.
Plumas que separan los continentes
La ruptura de los continentes se asocia a menudo con plumas del manto terrestre, que son columnas de material proveniente del manto que existen bajo la corteza terrestre y que producen puntos calientes y lugares con vulcanismo anómalo.
Estas ‘burbujas’ gigantes de roca candente ablandan las placas tectónicas desde abajo, haciendo que estas se separan en dichos puntos.
Así es como, por ejemplo, el bloque continental de Gondwana se separó de la porción meridional de Pangea, hace unos 170 millones de años.
En este caso, al principio, una parte se desmembró del supercontinente. Luego, la región separada se fragmentó a su vez dando lugar a Madagascar, la India, Australia y la Antártida, que migraron hasta alcanzar su posición actual.
En general, si la zona de la rotura se encuentra en el borde de una masa de tierra, los fragmentos de dicha masa acaban separándose. Esto fue lo que ocurrió con las Seychelles (también en el Índico), que son un ejemplo bien conocido de partición continental de este tipo.
Al parecer, estas islas esconden un micro-continente, bautizado como Mauritia, originado por desprendimiento hace unos 60 millones de años, mientras Madagascar y la India se separaban.
Mauritia habría quedado desde entonces oculto bajo enormes masas de lava.
Este hallazgo sugiere que la aparición de micro-continentes en los océanos se da con más frecuencia de lo que se pensaba, señala un artículo publicado en la revista Nature Geoscience.
Plumas que separan los continentes
La ruptura de los continentes se asocia a menudo con plumas del manto terrestre, que son columnas de material proveniente del manto que existen bajo la corteza terrestre y que producen puntos calientes y lugares con vulcanismo anómalo.
Estas ‘burbujas’ gigantes de roca candente ablandan las placas tectónicas desde abajo, haciendo que estas se separan en dichos puntos.
Así es como, por ejemplo, el bloque continental de Gondwana se separó de la porción meridional de Pangea, hace unos 170 millones de años.
En este caso, al principio, una parte se desmembró del supercontinente. Luego, la región separada se fragmentó a su vez dando lugar a Madagascar, la India, Australia y la Antártida, que migraron hasta alcanzar su posición actual.
En general, si la zona de la rotura se encuentra en el borde de una masa de tierra, los fragmentos de dicha masa acaban separándose. Esto fue lo que ocurrió con las Seychelles (también en el Índico), que son un ejemplo bien conocido de partición continental de este tipo.
La escala de color a la izquierda -oeste de Reunión- refleja el cálculo del movimiento del punto caliente de esta isla. Las líneas de color negro con círculos amarillos y el círculo rojo indican los cálculos sobre la placa africana y la placa de la India, respectivamente. Los números en los círculos reflejan la antigüedad de los procesos, en millones de años. Las áreas topográficas situadas justo debajo de la superficie del mar son ahora consideradas fragmentos continentales. Fuente: GFZ.
Escondido bajo lava
En cuanto a Mauritia, los resultados de la investigación de un grupo de geólogos procedentes de Noruega, Sudáfrica, Gran Bretaña y Alemania sugieren la existencia de fragmentos adicionales de este continente, que no habrían sido detectados hasta ahora.
A esta conclusión llegaron los investigadores a partir del análisis de granos de lava de la playa de isla Mauricio.
Estos granos contienen zircones (el zircón es una piedra semi-preciosa) de una antigüedad de entre 660 y 1970 millones de años. Se cree que estos restos fueron arrastrados por la lava en su salida a través de una corteza continental subyacente con esa antigüedad.
Este método de datación por zircones se complementó con un nuevo cálculo de tectónica de placas, que explicó con exactitud cómo y dónde estos fragmentos terminaron en el Océano Índico.
Bernhard Steinberger, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ), y Pavel Doubrovine, de la Universidad de Oslo, calcularon la ruta del punto candente en que se dio este proceso.
Su análisis "por un lado muestra la posición de las placas respecto a los dos puntos de acceso en el momento de la ruptura, lo que apunta hacia una relación causal ", afirma Steinberger en un comunicado del GFZ.
"Por otro lado, hemos sido capaces de demostrar que los fragmentos del continente continuaron vagando casi exactamente sobre la pluma del manto de Reunión, lo que explica la forma en que fueron cubiertos por roca volcánica", añade el investigador.
Por tanto, lo que antes se creía era solo el resto del punto candente de Reunión, en realidad serían fragmentos continentales hasta ahora no reconocidos como tales, por estar cubiertos por las rocas volcánicas de la pluma del manto de la isla.
En cuanto a Mauritia, los resultados de la investigación de un grupo de geólogos procedentes de Noruega, Sudáfrica, Gran Bretaña y Alemania sugieren la existencia de fragmentos adicionales de este continente, que no habrían sido detectados hasta ahora.
A esta conclusión llegaron los investigadores a partir del análisis de granos de lava de la playa de isla Mauricio.
Estos granos contienen zircones (el zircón es una piedra semi-preciosa) de una antigüedad de entre 660 y 1970 millones de años. Se cree que estos restos fueron arrastrados por la lava en su salida a través de una corteza continental subyacente con esa antigüedad.
Este método de datación por zircones se complementó con un nuevo cálculo de tectónica de placas, que explicó con exactitud cómo y dónde estos fragmentos terminaron en el Océano Índico.
Bernhard Steinberger, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ), y Pavel Doubrovine, de la Universidad de Oslo, calcularon la ruta del punto candente en que se dio este proceso.
Su análisis "por un lado muestra la posición de las placas respecto a los dos puntos de acceso en el momento de la ruptura, lo que apunta hacia una relación causal ", afirma Steinberger en un comunicado del GFZ.
"Por otro lado, hemos sido capaces de demostrar que los fragmentos del continente continuaron vagando casi exactamente sobre la pluma del manto de Reunión, lo que explica la forma en que fueron cubiertos por roca volcánica", añade el investigador.
Por tanto, lo que antes se creía era solo el resto del punto candente de Reunión, en realidad serían fragmentos continentales hasta ahora no reconocidos como tales, por estar cubiertos por las rocas volcánicas de la pluma del manto de la isla.
Referencia bibliográfica:
Trond H. Torsvik, Hans Amundsen, Ebbe H. Hartz, Fernando Corfu, Nick Kusznir, Carmen Gaina, Pavel V. Doubrovine, Bernhard Steinberger, Lewis D. Ashwal, Bjørn Jamtveit. A Precambrian microcontinent in the Indian Ocean. Nature Geoscience (2013). DOI:10.1038/NGEO1736.
Trond H. Torsvik, Hans Amundsen, Ebbe H. Hartz, Fernando Corfu, Nick Kusznir, Carmen Gaina, Pavel V. Doubrovine, Bernhard Steinberger, Lewis D. Ashwal, Bjørn Jamtveit. A Precambrian microcontinent in the Indian Ocean. Nature Geoscience (2013). DOI:10.1038/NGEO1736.