Mapa de desarrollo de la región de Charlevoix Saguenay Lac-Saint-Jean . Fuente: Science/AAAS
Hasta el momento, pocos estudios han explorado las consecuencias de las expansiones coloniales sobre el genoma humano moderno.
Ahora, Claudia Moreau de Hospital Sainte-Justine de la Universidad de Montreal, junto a colaboradores de la Universidad de Québec en Chicoutimi, de la Universidad de Berna y del Instituto Suizo de Bioinformática, han descubierto el éxito reproductivo de los primeros colonos, a partir del análisis de la expansión colonial en Quebec (Canadá), producida entre 1686 y 1960, informa Eurekalert.
El estudio fue publicado on line por la revista Science, en la página web Science Express, el pasado 3 de noviembre. Science es la revista de la AAAS (The American Association for the Advancement of Science), un sociedad científica sin ánimo de lucro.
"Moreau y sus compañeros estudiaron las genealogías de una población total que ocupa una región recientemente colonizada de Quebec con registros que datan del siglo XVII, y que comprenden más de un millón de personas", ha señalado Laura Zahn, editora senior de la revista Science. "Estamos muy contentos de presentar este trabajo pionero sobre la interacción de la expansión geográfica y la genética de las expansiones humanas", añade Zahn.
Utilizando los registros de antiguas iglesias, los investigadores analizaron la genealogía de las personas que se establecieron en Quebec y se casaron allí. Así, se descubrió que los pobladores que colonizaron una nueva región de Quebec tuvieron muchos más hijos que aquellos que los que vivían en el centro, o el núcleo, de una colonia.
Ahora, Claudia Moreau de Hospital Sainte-Justine de la Universidad de Montreal, junto a colaboradores de la Universidad de Québec en Chicoutimi, de la Universidad de Berna y del Instituto Suizo de Bioinformática, han descubierto el éxito reproductivo de los primeros colonos, a partir del análisis de la expansión colonial en Quebec (Canadá), producida entre 1686 y 1960, informa Eurekalert.
El estudio fue publicado on line por la revista Science, en la página web Science Express, el pasado 3 de noviembre. Science es la revista de la AAAS (The American Association for the Advancement of Science), un sociedad científica sin ánimo de lucro.
"Moreau y sus compañeros estudiaron las genealogías de una población total que ocupa una región recientemente colonizada de Quebec con registros que datan del siglo XVII, y que comprenden más de un millón de personas", ha señalado Laura Zahn, editora senior de la revista Science. "Estamos muy contentos de presentar este trabajo pionero sobre la interacción de la expansión geográfica y la genética de las expansiones humanas", añade Zahn.
Utilizando los registros de antiguas iglesias, los investigadores analizaron la genealogía de las personas que se establecieron en Quebec y se casaron allí. Así, se descubrió que los pobladores que colonizaron una nueva región de Quebec tuvieron muchos más hijos que aquellos que los que vivían en el centro, o el núcleo, de una colonia.
Achille Bhérer y Hortense Gaudreault fotografiados en 1876 en Charlevoix con siete de sus catorce hijos. Fuente: Familia Bhérer.
El frente de onda y la fertilidad
Estos fértiles colonos vivieron en el llamado frente de onda, o límite de la zona de expansión, durante la colonización de Quebec.
Ellos fueron la primera generación de pobladores que ocuparon una región que de otra manera habría quedado deshabitada.
"El frente de onda es la zona de las afueras que está creciendo", ha explicado Laurent Excoffier, autor del informe.
Excoffier añade que: "Este frente de onda está siempre en la periferia de la zona. Así, las personas comienzan a colonizar una región determinada, que se convierte en el frente de onda, por definición. Entonces es cuando la gente envía trabajadores emigrantes hacia nuevas regiones, que se convierten a su vez en frentes de onda... Cuando un territorio dado ha sido completamente colonizado, el frente de onda desaparece ya que no existe ninguna ola que avance..."
Moreau y los investigadores descubrieron que la mayoría de las personas que actualmente viven en la región de Saguenay-Lac-Saint-Jean de Quebec están relacionados con los antepasados que vivieron en -o cerca- del frente de onda de la colonización.
Los investigadores han descubierto también que las mujeres que se asentaron en el frente de onda tenían una tasa de fertilidad un 15% más alta que las mujeres que se unieron a sus colonias más tarde. Los autores sugieren que esto podría deberse a que las mujeres en el frente de onda se casaron un año antes que las mujeres que se asentaron posteriormente, ya en el núcleo de la población.
Cuestión de competencia
"Los registros nos dieron información sobre los padres de todas las personas casadas, incluyendo la hora y el lugar de su matrimonio", explica Excoffier. "El número de niños que esas personas tuvieron podría deducirse de los datos ... En realidad, podríamos contar el número de hijos que cada mujer tenía, tanto en el frente de onda como en el núcleo de la población"
Dado que este éxito reproductivo es mayor en el frente de onda, los investigadores sostienen que la fecundidad es un rasgo que puede evolucionar rápidamente en las zonas de expansión, pasando de una generación a otra.
"Creemos que esta herencia en el frente de onda y no en el núcleo poblacional se debe al hecho de que hay una cierta competencia por los recursos en el núcleo, lo que impide a los miembros de familias numerosas acceder a la tierra y casarse pronto", razona Excoffier. "Dado que hay más tierra disponible en el frente, hay menos competencia y, por tanto, esta correlación no persiste".
La presente investigación arroja luz sobre los procesos demográficos que han gobernado las expansiones humanas, y que hasta el momento han sido casi desconocidos. Y eso a pesar de que, desde su origen, la humanidad ha ido colonizando todo el planeta, explican los autores del estudio en Science.
Estos fértiles colonos vivieron en el llamado frente de onda, o límite de la zona de expansión, durante la colonización de Quebec.
Ellos fueron la primera generación de pobladores que ocuparon una región que de otra manera habría quedado deshabitada.
"El frente de onda es la zona de las afueras que está creciendo", ha explicado Laurent Excoffier, autor del informe.
Excoffier añade que: "Este frente de onda está siempre en la periferia de la zona. Así, las personas comienzan a colonizar una región determinada, que se convierte en el frente de onda, por definición. Entonces es cuando la gente envía trabajadores emigrantes hacia nuevas regiones, que se convierten a su vez en frentes de onda... Cuando un territorio dado ha sido completamente colonizado, el frente de onda desaparece ya que no existe ninguna ola que avance..."
Moreau y los investigadores descubrieron que la mayoría de las personas que actualmente viven en la región de Saguenay-Lac-Saint-Jean de Quebec están relacionados con los antepasados que vivieron en -o cerca- del frente de onda de la colonización.
Los investigadores han descubierto también que las mujeres que se asentaron en el frente de onda tenían una tasa de fertilidad un 15% más alta que las mujeres que se unieron a sus colonias más tarde. Los autores sugieren que esto podría deberse a que las mujeres en el frente de onda se casaron un año antes que las mujeres que se asentaron posteriormente, ya en el núcleo de la población.
Cuestión de competencia
"Los registros nos dieron información sobre los padres de todas las personas casadas, incluyendo la hora y el lugar de su matrimonio", explica Excoffier. "El número de niños que esas personas tuvieron podría deducirse de los datos ... En realidad, podríamos contar el número de hijos que cada mujer tenía, tanto en el frente de onda como en el núcleo de la población"
Dado que este éxito reproductivo es mayor en el frente de onda, los investigadores sostienen que la fecundidad es un rasgo que puede evolucionar rápidamente en las zonas de expansión, pasando de una generación a otra.
"Creemos que esta herencia en el frente de onda y no en el núcleo poblacional se debe al hecho de que hay una cierta competencia por los recursos en el núcleo, lo que impide a los miembros de familias numerosas acceder a la tierra y casarse pronto", razona Excoffier. "Dado que hay más tierra disponible en el frente, hay menos competencia y, por tanto, esta correlación no persiste".
La presente investigación arroja luz sobre los procesos demográficos que han gobernado las expansiones humanas, y que hasta el momento han sido casi desconocidos. Y eso a pesar de que, desde su origen, la humanidad ha ido colonizando todo el planeta, explican los autores del estudio en Science.