Habrá que esperar a 2034 para ver una superluna como la de hoy

Hoy 14 de noviembre la luna estará a 356.523 km, su distancia más cercana a la Tierra en lo que va de siglo. Aunque esto ocurrirá durante el día (a las 14:52 h en la Península), el espectáculo astronómico se podrá observar la noche de hoy y de mañana en todo el mundo.

No se veía nada parecido desde 1948 y habrá que esperar hasta el 25 de noviembre de 2034 para que se aproxime todavía más, a 356.448 km.

A este espectáculo se le llama superluna y en ella coinciden dos fenómenos astronómicos: la fase de luna llena y su mayor proximidad a la Tierra, lo que la hace aparecer a nuestros ojos más grande y brillante de lo normal.

Este año se han producido ya dos superlunas (el 16 de septiembre y el 16 de octubre) y ocurrirá otra el 14 de diciembre. Pero la superluna de hoy no se volverá a acercar tanto a nuestro planeta hasta el año 2034.

Durante las superlunas, el diámetro de la luna llena puede aumentar hasta en un 14% y su brillo alrededor un 30%, respecto a una luna llena en el apogeo, según la NASA.

La luna llena de hoy estará en el punto más próximo a la Tierra de su órbita elíptica y al mismo tiempo alineada con el Sol y la Tierra.

La superluna del siglo, en 2052

La de hoy no será sin embargo la superluna del siglo. Para verla todavía más grande y brillante habrá que esperar al 6 de diciembre de 2052, cuando la distancia será de 356.425 km. Incluso se aproximará aún más el 2 de enero de 2257, cuando la distancia se reducirá a 356.371. El récord anterior de superluna data del 14 de enero de 1930, con una distancia de 356.397 kilómetros.

Los científicos han calculado que en el periodo de 5.000 años que va desde 1999 a C. hasta el 3000, la distancia del perigeo lunar habrá variado desde 356.355 a 370.399 km, mientras que el apogeo lunar variará de 404.042 a 406.725 km.

Es posible que el incremento de la atracción gravitatoria entre la Tierra y la Luna durante una superluna pueda producir perturbaciones geológicas, como terremotos o tsunamis, pero en realidad ese incremento es demasiado pequeño para causar esos efectos.

El único efecto que se puede observar en nuestro planeta es que las mareas sean un poco más vivas de lo habitual, además del espectáculo que supone disfrutar de la Luna en todo su esplendor.