Los delfines forman redes muy complejas y dinámicas de amigos, según un estudio reciente realizado por científicos del Harbor Branch Oceanographic Institute (HBOI) en la Florida Atlantic University (EEUU).
Ya se sabía que los delfines son animales muy sociales, pero los investigadores del HBOI han estudiado sus interacciones más a fondo. Lo han hecho con una especie concreta, el delfín mular o delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) ; y con 200 ejemplares de esta especie que habitan en la laguna del río indio (IRL), un grupo de tres lagos de la costa atlántica de Florida. Descubrieron así cómo estos delfines se mezclan y con quienes pasan su tiempo.
El trabajo consistió en un seguimiento fotográfico intensivo, desarrollado durante un periodo de seis años y medio. En este tiempo, se revelaron patrones de asociación entre los ejemplares, así como del comportamiento móvil y de las preferencias de hábitat de todos ellos.
‘Pueblos’ de delfines
Por ejemplo, se descubrió que los delfines exhiben tanto comportamientos de preferencia como comportamientos de evitación similares a los de los humanos: tienen delfines que les gustan y con los que se relacionan; y otros a los que evitan.
También que los delfines de la IRL se reúnen en grupos de animales asociados o "comunidades", que tienden a ocupar áreas concretas a lo largo del eje norte-sur del sistema lagunar.
"Uno de los aspectos más singulares de nuestro estudio ha sido el descubrimiento de que las dimensiones físicas del hábitat, la extensión del sistema (la laguna es en sí estrecha), influyeron en la dinámica espacial y temporal de los patrones de asociación de los delfines", explica la bióloga del HBOI Elizabeth Murdoch Titcomb, una de las autoras de la investigación en un comunicado de la Florida Atlantic University difundido por Newswise.
Así, “las comunidades que ocupan los tramos más estrechos de la IRL tienen las redes sociales más compactas, del mismo modo que sucede con los seres humanos que viven en pueblos pequeños y tienen menos gente con la que interactuar", sigue explicando Murdoch.
Ya se sabía que los delfines son animales muy sociales, pero los investigadores del HBOI han estudiado sus interacciones más a fondo. Lo han hecho con una especie concreta, el delfín mular o delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) ; y con 200 ejemplares de esta especie que habitan en la laguna del río indio (IRL), un grupo de tres lagos de la costa atlántica de Florida. Descubrieron así cómo estos delfines se mezclan y con quienes pasan su tiempo.
El trabajo consistió en un seguimiento fotográfico intensivo, desarrollado durante un periodo de seis años y medio. En este tiempo, se revelaron patrones de asociación entre los ejemplares, así como del comportamiento móvil y de las preferencias de hábitat de todos ellos.
‘Pueblos’ de delfines
Por ejemplo, se descubrió que los delfines exhiben tanto comportamientos de preferencia como comportamientos de evitación similares a los de los humanos: tienen delfines que les gustan y con los que se relacionan; y otros a los que evitan.
También que los delfines de la IRL se reúnen en grupos de animales asociados o "comunidades", que tienden a ocupar áreas concretas a lo largo del eje norte-sur del sistema lagunar.
"Uno de los aspectos más singulares de nuestro estudio ha sido el descubrimiento de que las dimensiones físicas del hábitat, la extensión del sistema (la laguna es en sí estrecha), influyeron en la dinámica espacial y temporal de los patrones de asociación de los delfines", explica la bióloga del HBOI Elizabeth Murdoch Titcomb, una de las autoras de la investigación en un comunicado de la Florida Atlantic University difundido por Newswise.
Así, “las comunidades que ocupan los tramos más estrechos de la IRL tienen las redes sociales más compactas, del mismo modo que sucede con los seres humanos que viven en pueblos pequeños y tienen menos gente con la que interactuar", sigue explicando Murdoch.
Juego animal
Las relaciones sociales entre animales han sido estudiadas en diversas ocasiones. Así, se ha descubierto, entre otras cosas, la importancia del juego en ellas. Esta actividad se da no solo entre perros, gatos o monos, sino también en individuos de otras especies, como las tortugas o las avispas, según descubrió hace un tiempo un investigador de la Universidad de Tennessee (EEUU) especializado en el análisis del comportamiento de diversas especies.
Pero, sobre todo, las relaciones sociales animales han sido analizadas en nuestros parientes más cercanos: los primates no humanos. En estos, la interacción con sus iguales es tan importante que, si es buena, puede favorecer que tengan una vida más larga y más crías (esto ha sido demostrado en el caso de los babuinos).
En el caso de los chimpancés y de los capuchinos, se ha constatado que las relaciones sociales de estos alcanzan un nivel de complejidad sorprendente, hasta el punto de que los ejemplares de estas especies tienen incluso un sentido de la justicia y son capaces de buscar el beneficio de la cooperación.
Por si esto fuera poco, científicos de la Universidad de Stirling, en Escocia, han constatado que los chimpancés se relacionan con la muerte de manera similar a los humanos : se ha filmado u observado a chimpancés aseando y atendiendo afectuosamente a iguales muertos y a hembras de chimpancés portando consigo a sus crías muertas durante días.
Derechos para los animales
Todos estos estudios parecen poner en duda el concepto de “lo exclusivamente humano”, por lo que no es de extrañar que algunos especialistas, como la psicóloga Joëlle Proust, especializada en conocimiento animal, hayan defendido que se deberían redefinir los derechos de los animales, así como nuestras relaciones con las especies llamadas “inferiores”.
Las relaciones sociales entre animales han sido estudiadas en diversas ocasiones. Así, se ha descubierto, entre otras cosas, la importancia del juego en ellas. Esta actividad se da no solo entre perros, gatos o monos, sino también en individuos de otras especies, como las tortugas o las avispas, según descubrió hace un tiempo un investigador de la Universidad de Tennessee (EEUU) especializado en el análisis del comportamiento de diversas especies.
Pero, sobre todo, las relaciones sociales animales han sido analizadas en nuestros parientes más cercanos: los primates no humanos. En estos, la interacción con sus iguales es tan importante que, si es buena, puede favorecer que tengan una vida más larga y más crías (esto ha sido demostrado en el caso de los babuinos).
En el caso de los chimpancés y de los capuchinos, se ha constatado que las relaciones sociales de estos alcanzan un nivel de complejidad sorprendente, hasta el punto de que los ejemplares de estas especies tienen incluso un sentido de la justicia y son capaces de buscar el beneficio de la cooperación.
Por si esto fuera poco, científicos de la Universidad de Stirling, en Escocia, han constatado que los chimpancés se relacionan con la muerte de manera similar a los humanos : se ha filmado u observado a chimpancés aseando y atendiendo afectuosamente a iguales muertos y a hembras de chimpancés portando consigo a sus crías muertas durante días.
Derechos para los animales
Todos estos estudios parecen poner en duda el concepto de “lo exclusivamente humano”, por lo que no es de extrañar que algunos especialistas, como la psicóloga Joëlle Proust, especializada en conocimiento animal, hayan defendido que se deberían redefinir los derechos de los animales, así como nuestras relaciones con las especies llamadas “inferiores”.
Referencia bibliográfica:
Elizabeth Murdoch Titcomb, Greg O'Corry-Crowe, Elizabeth F. Hartel, Marilyn S. Mazzoil. Social communities and spatiotemporal dynamics of association patterns in estuarine bottlenose dolphins. Marine Mammal Science (2015). DOI: 10.1111/mms.12222.
Elizabeth Murdoch Titcomb, Greg O'Corry-Crowe, Elizabeth F. Hartel, Marilyn S. Mazzoil. Social communities and spatiotemporal dynamics of association patterns in estuarine bottlenose dolphins. Marine Mammal Science (2015). DOI: 10.1111/mms.12222.