Un estudio realizado en Estados Unidos ha descubierto que las abejas silvestres han disminuido un 23% en los principales Estados agrícolas del país entre 2008 y 2013, lo que constituye una amenaza para la producción de alimentos. El estudio ha determinado que el 39% de las tierras de cultivo dependen de la polinización, ya sea de abejas domésticas o silvestres.
El estudio identifica las tierras de cultivo más importantes de Estados Unidos afectadas por el declive de las abejas silvestres, que abarcan desde el Valle Central de California hasta el cinturón maicero del Medio Oeste y el valle del río Mississippi, informa la Universidad de Vermont en un comunicado.
Si el declive de las abejas silvestres continúa, perjudicará la producción agrícola de los Estados Unidos y la vida de los agricultores, declaró Taylor Ricketts, profesor de Ecología de la Universidad de Vermont, en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).
"Este estudio proporciona el primer mapa nacional de las abejas silvestres y sus impactos sobre la polinización", añadió Ricketts, señalando que cada año 3 mil millones de dólares de la economía de Estados Unidos dependen de polinizadores nativos como las abejas silvestres.
En la AAAS, Ricketts informó a académicos, políticos y periodistas sobre cómo el mapa nacional de abejas, publicado por primera vez en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias a finales de 2015, puede ayudar a proteger a las abejas silvestres y orientar los esfuerzos de restauración de sus hábitats.
En el evento, Ricketts también introdujo una nueva aplicación móvil que está desarrollando para ayudar a los agricultores a mejorar sus granjas y proteger a las abejas silvestres.
"Las abejas silvestres son un recurso natural precioso que debemos conservar y proteger", dijo Ricketts. "Si se gestionan con cuidado, pueden ayudarnos a seguir produciendo miles de millones de dólares en ingresos agrícolas y una maravillosa diversidad de alimentos nutritivos".
Regiones problemáticas
El mapa identifica 139 condados en las principales regiones agrícolas de California, el noroeste del Pacífico, el Medio Oeste y las Grandes Planicies, el oeste de Texas y el valle del río Mississippi, que sufren un desajuste preocupante entre el declive de abejas silvestres y la creciente demanda de polinización.
Estos condados tienden a ser lugares en los que crecen cultivos especiales - como almendras, arándanos y manzanas - que dependen en gran medida de los polinizadores. O condados que producen cultivos menos dependientes de polinizadores, -como soja, canola y algodón- , pero en grandes cantidades.
Las cosechas más dependientes de los polinizadores, como las calabazas, las sandías, las peras, los melocotones, las ciruelas, las manzanas y los arándanos, sufren el mayor desajuste de la polinización, ya que se encuentran en áreas que registran un descenso de abejas silvestres y demandan por ello una mayor polinización.
A nivel mundial, más de dos tercios de los cultivos más importantes se benefician o requieren polinizadores, incluyendo el café, el cacao y muchas frutas y verduras.
Los plaguicidas, el cambio climático y las enfermedades amenazan a las abejas silvestres, pero su disminución puede ser causada por la conversión del hábitat de las abejas en tierras de cultivo, sugiere el estudio. En 11 estados clave donde el mapa muestra a las abejas silvestres en declive, la cantidad de tierra para cultivar maíz aumentó 200 por ciento en cinco años, reemplazando pastizales y pastos que anteriormente acogían a las poblaciones de abejas.
El estudio identifica las tierras de cultivo más importantes de Estados Unidos afectadas por el declive de las abejas silvestres, que abarcan desde el Valle Central de California hasta el cinturón maicero del Medio Oeste y el valle del río Mississippi, informa la Universidad de Vermont en un comunicado.
Si el declive de las abejas silvestres continúa, perjudicará la producción agrícola de los Estados Unidos y la vida de los agricultores, declaró Taylor Ricketts, profesor de Ecología de la Universidad de Vermont, en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).
"Este estudio proporciona el primer mapa nacional de las abejas silvestres y sus impactos sobre la polinización", añadió Ricketts, señalando que cada año 3 mil millones de dólares de la economía de Estados Unidos dependen de polinizadores nativos como las abejas silvestres.
En la AAAS, Ricketts informó a académicos, políticos y periodistas sobre cómo el mapa nacional de abejas, publicado por primera vez en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias a finales de 2015, puede ayudar a proteger a las abejas silvestres y orientar los esfuerzos de restauración de sus hábitats.
En el evento, Ricketts también introdujo una nueva aplicación móvil que está desarrollando para ayudar a los agricultores a mejorar sus granjas y proteger a las abejas silvestres.
"Las abejas silvestres son un recurso natural precioso que debemos conservar y proteger", dijo Ricketts. "Si se gestionan con cuidado, pueden ayudarnos a seguir produciendo miles de millones de dólares en ingresos agrícolas y una maravillosa diversidad de alimentos nutritivos".
Regiones problemáticas
El mapa identifica 139 condados en las principales regiones agrícolas de California, el noroeste del Pacífico, el Medio Oeste y las Grandes Planicies, el oeste de Texas y el valle del río Mississippi, que sufren un desajuste preocupante entre el declive de abejas silvestres y la creciente demanda de polinización.
Estos condados tienden a ser lugares en los que crecen cultivos especiales - como almendras, arándanos y manzanas - que dependen en gran medida de los polinizadores. O condados que producen cultivos menos dependientes de polinizadores, -como soja, canola y algodón- , pero en grandes cantidades.
Las cosechas más dependientes de los polinizadores, como las calabazas, las sandías, las peras, los melocotones, las ciruelas, las manzanas y los arándanos, sufren el mayor desajuste de la polinización, ya que se encuentran en áreas que registran un descenso de abejas silvestres y demandan por ello una mayor polinización.
A nivel mundial, más de dos tercios de los cultivos más importantes se benefician o requieren polinizadores, incluyendo el café, el cacao y muchas frutas y verduras.
Los plaguicidas, el cambio climático y las enfermedades amenazan a las abejas silvestres, pero su disminución puede ser causada por la conversión del hábitat de las abejas en tierras de cultivo, sugiere el estudio. En 11 estados clave donde el mapa muestra a las abejas silvestres en declive, la cantidad de tierra para cultivar maíz aumentó 200 por ciento en cinco años, reemplazando pastizales y pastos que anteriormente acogían a las poblaciones de abejas.
Más demanda, menos polinización
Durante la última década, las abejas domésticas han sufrido la presión de la creciente demanda de polinización comercial, lo que ha elevado su precio y destacado la importancia de las abejas silvestres.
"La mayoría de la gente piensa que sólo hay uno o dos tipos de abejas, pero hay 4.000 especies sólo en los Estados Unidos", dijo Insu Koh, investigador postdoctoral de la misma universidad y co-autor del estudio.
Cuando hay suficientes hábitats, las abejas silvestres aportan la mayor parte de la polinización de algunos cultivos, añade Koh. Y donde hay polinizadores domésticos, las abejas salvajes completan la polinización y contribuyen a aumentar el rendimiento de los cultivos.
El mapa de las abejas fue creado por un equipo de siete investigadores, no sólo de la Universidad de Vermont, sino también del Marshall College, de la Universidad de California en Davis y de la Universidad de Michigan.
Para conseguirlo, identificaron 45 formas de utilización de las tierras a partir de dos bases federales de datos que comprenden tanto las tierras cultivadas como los hábitats naturales. A continuación recogieron informaciones facilitadas por expertos sobre los mejores usos posibles de la tierra para ofrecer a las abejas silvestres recursos suficientes para alimentarse y anidar.
Por último, construyeron un modelo de hábitat de la abeja que predice la abundancia relativa de abejas silvestres para cada zona de Estados Unidos, en función de su idoneidad para la nidificación y polinización. Y verificaron la validez de su modelo con los comportamientos reales de las abejas y observaciones sobre el terreno.
"La buena noticia es que ahora sabemos dónde enfocar los esfuerzos de conservación y todo lo que necesitan las abejas en su hábitat, por lo que existen esperanzas de que podamos preservar las abejas silvestres", concluyó Ricketts.
Durante la última década, las abejas domésticas han sufrido la presión de la creciente demanda de polinización comercial, lo que ha elevado su precio y destacado la importancia de las abejas silvestres.
"La mayoría de la gente piensa que sólo hay uno o dos tipos de abejas, pero hay 4.000 especies sólo en los Estados Unidos", dijo Insu Koh, investigador postdoctoral de la misma universidad y co-autor del estudio.
Cuando hay suficientes hábitats, las abejas silvestres aportan la mayor parte de la polinización de algunos cultivos, añade Koh. Y donde hay polinizadores domésticos, las abejas salvajes completan la polinización y contribuyen a aumentar el rendimiento de los cultivos.
El mapa de las abejas fue creado por un equipo de siete investigadores, no sólo de la Universidad de Vermont, sino también del Marshall College, de la Universidad de California en Davis y de la Universidad de Michigan.
Para conseguirlo, identificaron 45 formas de utilización de las tierras a partir de dos bases federales de datos que comprenden tanto las tierras cultivadas como los hábitats naturales. A continuación recogieron informaciones facilitadas por expertos sobre los mejores usos posibles de la tierra para ofrecer a las abejas silvestres recursos suficientes para alimentarse y anidar.
Por último, construyeron un modelo de hábitat de la abeja que predice la abundancia relativa de abejas silvestres para cada zona de Estados Unidos, en función de su idoneidad para la nidificación y polinización. Y verificaron la validez de su modelo con los comportamientos reales de las abejas y observaciones sobre el terreno.
"La buena noticia es que ahora sabemos dónde enfocar los esfuerzos de conservación y todo lo que necesitan las abejas en su hábitat, por lo que existen esperanzas de que podamos preservar las abejas silvestres", concluyó Ricketts.
Referencia
Session: Plan Bee: Pollinators, Food Production, and U.S. Policy (2017 AAAS Annual Meeting (February 16-20, 2017)). AAAS. https://aaas.confex.com/aaas/2017/webprogram/Session14937.html. Accessed February 20, 2017.
Session: Plan Bee: Pollinators, Food Production, and U.S. Policy (2017 AAAS Annual Meeting (February 16-20, 2017)). AAAS. https://aaas.confex.com/aaas/2017/webprogram/Session14937.html. Accessed February 20, 2017.