El Espectrómetro Magnético Alfa (AMS-02) es el mayor detector de partículas físicas del espacio creado hasta ahora. Gracias a su tecnología, los expertos podrán estudiar el universo y sus orígenes mediante la búsqueda de materia oscura y de antimateria, así como medir la composición de los rayos cósmicos con la mayor precisión conseguida hasta ahora.

En la actualidad, este dispositivo está siendo desarrollado por un total de 56 instituciones de 16 países distintos. Su fabricación está patrocinada por el Departamento de Energía de EE.UU.

Los científicos planean que el espectrómetro vuele a la Estación Espacial Internacional en la misión final del transbordador espacial, prevista para el próximo mes de febrero. Una vez llegado a ella, el AMS-02 se acoplará a la parte exterior de la estación espacial, desde la que capturará aproximadamente siete gigabytes de datos por segundo. Esos datos serán enviados a una estación terrestre para su análisis.

El AMS-02, que pesa 7.000 kilogramos y mide más de 4,5 metros de ancho y también de altura, examinará la naturaleza de lo que constituye casi el 25 por ciento del universo--la materia oscura, cuya existencia ha sido inferida hasta ahora sólo de sus efectos gravitacionales sobre los objetos visibles.

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