La oxitocina es una hormona que se libera masivamente en ciertas situaciones, como en el momento del orgasmo, cuando las mujeres se ponen de parto o cuando se establece el fuerte vínculo emocional entre la madre y el hijo recién nacido.

Ahora, científicos de la Universidad de Bonn, en Alemania, han descubierto que esta hormona tiene, además, un efecto radical en los procesos de aprendizaje y empatía emocional de los hombres.

En un experimento realizado con un grupo de varones, a la mitad de éstos se les suministró oxitocina vía nasal con un spray, mientras que a la otra mitad se les proporcionó un placebo. Después a los hombres se les mostraron fotos de contenido emocional que mostraban, por ejemplo, a un niño llorando.

En tests posteriores, a los participantes se les preguntó qué habían sentido ante estas imágenes. Al parecer, aquéllos hombres que habían sido rociados con oxitocina demostraron niveles de empatía emocional significativamente más altos que los otros hombres.

Según los científicos, esta constatación sugiere que la oxitocina podría servir, en un futuro, para crear medicamentos para ciertos trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia, que se han relacionado con la incapacidad para socializar con normalidad.

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