Acaba de ponerse en marcha el proyecto europeo RESPONSIFY, destinado a estudiar ciertos biomarcadores basados en el genoma, cuyo conocimiento permitirá mejorar los tratamientos contra el cáncer de mama.

De hecho, los científicos esperan que gracias a este proyecto se puedan desarrollar terapias más personalizadas contra esta enfermedad. Si se lograse diseñar una terapia exclusiva para cada paciente, se evitaría desperdiciar tiempo y esfuerzos en tratamientos ineficaces, explican.

Financiado con casi seis millones de euros, RESPONSIFY reúne a investigadores de Bélgica, Francia, Alemania, Suecia, Suiza y Reino Unido. Los socios trabajarán en el desarrollo de nuevos ensayos de biomarcadores capaces de indicar cuándo y cómo afecta un tratamiento determinado a un paciente concreto, lo que facilitará en gran medida la predicción de la respuesta.

El objetivo principal del proyecto será evaluar la conveniencia de aplicar ciertos tratamientos antes o después de una intervención quirúrgica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de que el cáncer de mama es el más común entre las mujeres de todo el mundo tanto desarrollado como en vías de desarrollo.

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