El Draper Laboratory de Cambridge, Massachusetts, está desarrollando un dispositivo que se espera que, en un futuro, permita administrar fármacos al oído interno en un entorno controlado y a horas determinadas.

En combinación con unas novedosas terapias capaces de detener o reparar el daño en las células del oído interno, el dispositivo podría convertirse en una forma más eficaz de tratamiento de la pérdida auditiva.

En el oído interno hay unas células diminutas que vibran como respuesta al sonido, convirtiendo las vibraciones en señales eléctricas que viajan al cerebro a través de las vías nerviosas. Sin embargo, estas células mueren al tiempo que las personas envejecen, lo que ocasiona una pérdida muy común de audición permanente.

Los científicos trabajan en el desarrollo de fármacos que eviten que las células capilares del oído interno se descompongan, pero encontrar formas de administrar dichos fármacos al oído interno sigue siendo un reto. El dispositivo de Draper Laboratory podría ser una solución: implantado en el oído interno hará llegar de forma inteligente los compuestos sanadores hasta el área en que se necesiten.

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