Una investigación realizada por una economista de la Universidad de Warwick (en Inglaterra) ha revelado que cuantos más amigos se tiene en Facebook, menos información sobre causas benéficas se comparte.

Kimberley Scharf, autora del estudio, explica que cuando tenemos una red social online extensa, solemos confiar en que otras personas pasen la información que recibimos. Y también confiamos en que otros donarán.

Scharf ha desarrollado un modelo económico sobre donaciones, en casos en que el acto de compartir se imbrica con la vida social, en entornos como Facebook.

Según sus hallazgos, los grupos grandes y dispersos comparten información de manera menos efectiva que los grupos pequeños y mejor integrados, lo que afecta negativamente a las causas benéficas.

“Los economistas han visto tradicionalmente las donaciones como una elección individual, pero es momento de repensarlas”. En esta reflexión habría que pasar a tener en cuenta cómo las conexiones sociales están afectando a las donaciones.

La pregunta es importante porque ayudará a comprender cómo destinar recursos privados y públicos a la promoción de donaciones, concluye la economista.

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