Por E. MARTÍNEZ

El reconocimiento de fraude en sus investigaciones sobre células madre realizado por Hwang Woo-Suk, arroja nuevas incertidumbres sobre la credibilidad de cierta ciencia y de algunas publicaciones científicas. Ya hemos hablado de las dudas razonables que existen sobre las investigaciones relacionadas con la producción de medicamentos, así como de la perversión de la ciencia. La revista Nature ha denunciado asimismo que parte de los expertos médicos que redactan las reglas para el buen uso de los medicamentos, está relacionada con la industria farmacéutica. El ciudadano medio contempla con estupor estas revelaciones: si el campo científico se encuentra ya profundamente dividido sobre cuestiones tan cruciales como las células madre, el origen del Universo o la naturaleza del tiempo, descubrir que además está manipulado en ocasiones por intereses ajenos al conocimiento, deja al ciudadano en una situación de desamparo tanto frente a su búsqueda del conocimiento como frente a su salud. Como ha dicho Marcia Angel en su obra Mitos farmacéuticos, los organismos reguladores de la actividad médica, políticos y medios de comunicación, son cómplices de este penoso fraude social.
(26/12/2005)