Un estudio reciente realizado en la Harvard School of Public Health de Estados Unidos ha demostrado que perder el empleo supone un peligro para la salud, incluso cuando se encuentra otro trabajo rápidamente.

El paro puede ocasionar problemas como la hipertensión, el infarto, las enfermedades coronarias o la diabetes, aseguran los científicos.

Según ellos, en la situación económica actual, perder el trabajo puede pasarle a cualquiera. Por eso, se deben conocer las consecuencias de esta situación laboral para la salud, con el fin de paliar sus efectos negativos.

Además, las probabilidades de enfermar como consecuencia de un despido aumentan hasta un 40% si existen problemas previos de salud, advierten los investigadores. “Dónde y como vivimos, trabajamos, aprendemos y jugamos tiene un mayor impacto en nuestra salud que la atención médica que podamos recibir”, aseguran los especialistas.

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