La depresión severa es una condición muy común que afecta no sólo al estado de ánimo sino también al sueño, la energía, la capacidad de tomar decisiones o la memoria. La OMS vaticina que, en 2020, este trastorno podría convertirse en el principal factor de discapacidad después de los infartos coronarios.

Actualmente, este problema se trata con medicación, pero sólo el 30% de los pacientes se recupera completamente con la primera medicación que se les receta. El resto, debe probar otros tratamientos con antidepresivos que suelen tener efectos secundarios nocivos, como la obesidad, la disfunción sexual o la fatiga.

Ahora, científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) afirman haber desarrollado una terapia novedosa, la estimulación nerviosa trigeminal (TNS), que consiste en aplicar estimulación eléctrica a un nervio que parte del cerebro: el nervio trigémino (nervio craneal más importante de la cara y el mayor de todos).

En pruebas clínicas realizadas recientemente, esta técnica redujo en un 70% la severidad de los síntomas de la depresión, en un periodo de ocho semanas. Además, en comparación con los antidepresivos, la TNS no produjo efectos secundarios importantes a los pacientes, explican los investigadores.

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