El Parlamento Europeo acaba de votar una nueva directiva por la que se reduce el número de productos fitofarmacéuticos autorizados para su uso en la agricultura, y por la que se prohíben los más tóxicos de ellos.

Votada el martes 13 de enero de 2009, esta directiva, que se aplicará a partir de este año, sustituye a la de 1991, que imponía ciertos límites al uso de pesticidas peligrosos. En total permitía 800 sustancias activas, algunas de las cuales se ha demostrado que son nocivas para la salud humana.

Con la nueva reglamentación se reducirá el número de estas sustancias a la mitad. Esta reducción se hará de manera progresiva, aunque en 2009 se prohibirán ya dos productos concretos, el Carbendazim y el Dinocap, fungicidas de uso muy extendido. Otros productos podrán ser utilizados hasta 2018.

Un segundo aspecto de la nueva reglamentación determina las limitaciones del uso de los pesticidas autorizados. Por ejemplo, establece que no se pueden utilizar pesticidas en áreas de recreo, terrenos de juego, jardines públicos, parques y zonas de deportes.

Muchos agricultores europeos se han mostrado inquietos por estas medidas, que son las más restrictivas del mundo. Según ellos, reducirán considerablemente la competitividad de su producción, publica Futura Environment.

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