La anchura de los vasos sanguíneos de la retina, ubicada en la parte posterior del ojo, puede indicar el tiempo que el cerebro mantendrá su salud, antes de la aparición de la demencia y otras deficiencias cognitivas, ha revelado un nuevo estudio publicado en la revista Psychological Science.

La investigación ha demostrado asimismo que las personas más jóvenes que puntúan bajo en pruebas de inteligencia, como el CI, tienden a presentar un mayor riesgo de mala salud y de una vida más corta.

El estudio fue realizado por científicos de la Universidad de Duke (en EEUU), partiendo de la cuestión sobre si la inteligencia podía o no indicar la salud del cerebro y, más específicamente, la salud del sistema de vasos sanguíneos que proporcionan oxígeno y nutrientes al cerebro.

Los investigadores utilizaron imágenes digitales de la retina para conocer las condiciones vasculares del cerebro, a través del análisis de los pequeños vasos sanguíneos de la retina.

Escogieron estos vasos porque son similares en tamaño, estructura y función a los vasos sanguíneos del cerebro y, por tanto, permiten examinar la salud del cerebro en seres humanos vivos.

Así pudieron comprobar que, además de lo dicho, el hecho de tener vasos retinianos más amplios puede relacionarse con un menor cociente intelectual a los 38 años, incluso teniendo en consideración otros factores de salud, estilo de vida o ambientales de riesgo.

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