Los adolescentes canadienses disfrutan de una libertad mayor que sus iguales franceses e italianos, señala un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Montreal, la Universidad de Rennes, en Francia, y la Universidad Católica del Sacro Cuore, en Italia.

Los científicos compararon a los adolescentes de estos tres países porque los tres tienen varios puntos comunes: lenguas de origen latino, tradición religiosa católica y una industrialización avanzada.

En total, se hicieron cuestionarios a 552 adolescentes canadienses, a 336 franceses y a 398 italianos, sobre cuestiones como su relación emocional con los padres, la comunicación que tenían con éstos, la frecuencia de desencuentros con ellos, las reglas que los padres les imponían, la disciplina que éstos les exigían y el grado de tolerancia de los padres hacia las actividades que los jóvenes compartían con sus amigos.

Según los científicos, en los tres países, los adolescentes afirmaron tener fuertes vínculos emocionales con sus padres. Sin embargo, los padres y madres italianos fueron definidos como mucho más estrictos que los padres franceses y canadienses.

Los padres canadienses, por el contrario, parecen ser los más tolerantes, los que menos normas imponen y los que toman menos medidas disciplinarias. La actitud de los padres franceses con sus hijos se encontraría en un punto intermedio entre la rectitud de los italianos y la tolerancia de los canadienses.

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