Un estudio realizado dentro del marco del proyecto PRISMA, financiado por la UE, ha revelado que los pacientes con enfermedades graves (como el cáncer) prefieren vivir mejor en lugar de más tiempo.

La investigación consistió en una encuesta telefónica, llevada a cabo con más de 9.000 personas de siete países europeos distintos. Sus resultados constataron que, entre las personas encuestadas en Bélgica, Alemania y Países Bajos, el 71% eligió mejorar la calidad de vida, frente al 4% que se decantó por una prolongación de ésta.

Asimismo, el 25% de los encuestados en estos países valoró como igualmente importantes ambas circunstancias. Al preguntarles cuál era para ellos era el mayor problema a afrontar ante una enfermedad grave, los pacientes indicaron «sufrir dolor», seguido por «suponer una carga para otros».

Los autores del estudio explican que estos resultados indican la necesidad de que
se produzca un cambio fundamental en toda Europa, en lo que al suministro de cuidados al final de la vida se refiere, porque la gran mayoría de la gente considera esencial la calidad de vida durante el periodo de tiempo que les quede.

Los científicos participantes del proyecto PRISMA afirman asimismo que deberían realizarse evaluaciones basadas en síntomas y en las necesidades sociales, psicológicas y espirituales de cada paciente, para poder proporcionar a éstos los mejores cuidados al final de sus días.

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