Diseñadores, científicos y empresas españolas investigan para producir tejidos con nuevos materiales que permitirán añadir a la estética propiedades térmicas, electrónicas, ecológicas y biomédicas. Aunque la voz cantante en este campo la llevan países como Estados Unidos o Japón, en España ya se están comercializando prendas realizadas con este tipo de materiales.

Leyre Valiente utiliza tejidos biodegradables, como un chubasquero hecho con un bioplástico que fabrica la marca española Equilicuá a base de fécula de patata. "Pero este tipo de producto no tiene salida comercial, el comprador hace una inversión importante en un diseño que no quiere que se vaya descomponiendo", cuenta la propia creadora.

Carmen Jover, química y responsable del grupo de investigación de Moda, Diseño y Confección del Instituto Tecnológico Textil de Valencia (Aitex), comenta que "las investigaciones en campos como el deporte, la medicina o las telecomunicaciones han generado nuevos materiales textiles, fibras y acabados con prestaciones extraordinarias.

Estos materiales, "que hasta hace poco eran únicamente utilizados en sectores técnicos, son los que están comenzando a emplear empresas de moda para la creación de prendas más funcionales".

Tintes electrónicos, iluminación LED en las prendas, camisetas que monitorizan tus constantes vitales, pantalones que cargan tu móvil... ya están en el mercado. "No tardaremos mucho en comprar en nuestras tiendas de ropa habituales prendas autolimpiables, protectoras contra alergias o suministradoras de medicación por vía tópica", vaticina Lucina Llorente, especialista en materias y técnicas textiles del Museo del Traje de Madrid.

El hilo de araña sintético junto a la fibra a base de nanotubos de carbono van a ser, a su juicio, los detonantes de una nueva revolución textil semejante a lo que supuso la llegada del nylon o del elastano.

La empresa Fabrican comercializa Spray-on fabric. Desde un bote de aerosol o una pistola de pulverización se esparce el material, hecho con una mezcla de pegamento, polímeros y fibras cortas, sobre la piel o sobre una superficie generando una capa delgada de ropa que se seca al instante y que puede ser lavada y reutilizada. Se pueden utilizar diferentes fibras, desde lana a acrílico, para lograr diferentes usos y texturas.

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