Los niños son unos negociadores muy capacitados cuando se relacionan y desarrollan sus juegos, señala una investigación de la Universidad de Gothenburg, en Suecia.

En el estudio se analizaron los objetivos de negocio de niños muy pequeños, cómo negocian éstos, y las estrategias que utilizan para alcanzar acuerdos.

Así, se constató que los pequeños saben emplear diversas estrategias para coordinarse durante el juego. A través de sus propias decisiones, aprenden asimismo cómo pueden cambiar lo que ya ha sido acordado.

Aunque los niños estudiados tenían sólo entre dos y tres años, demostraron en varios experimentos tener capacidad de invención, de creatividad, un gran entusiasmo y también destreza para aplicar estrategias. La finalidad de todas estas habilidades: jugar juntos y establecer en común el contenido de los juegos.

Una consecuencia pedagógica de este descubrimiento sería que los adultos no deberían intervenir demasiado pronto en las negociaciones infantiles sino, simplemente, dar tiempo a los niños para que entre ellos encuentren la mejor solución a sus situaciones, sugieren los autores del estudio.

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