Los jugadores de ordenador o de videoconsolas que juegan más de siete horas a la semana, y también aquéllos que se identifican como adictos a estos juegos, duermen menos y sufren más somnolencia que los jugadores ocasionales o las personas que no juegan, señala un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Arkansas, en Estados Unidos.

La investigación halló en concreto una significativa relación positiva entre las horas de juego y la somnolencia: los jugadores que más tiempo dedicaban a la videoconsola y al ordenador dormían entre semana, como media, 1,6 horas menos que el resto de los jugadores.

Para el estudio se examinaron datos de un total de 137 estudiantes universitarios de una edad media de 22 años. 86 de ellos eran mujeres. De la muestra total, el 10,8% afirmó que el juego interfería en su sueño, y el 12,6% se declaró adicto a los videojuegos.

Estos resultados son importantes porque apuntan a que estas formas de ocio restan horas de descanso a las personas que más tiempo les dedican. Los especialistas recomiendan que los adultos duerman ocho horas cada noche, y que los adolescentes descansen al menos nueve horas.

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