Una nueva investigación realizada por demógrafos de la Cornell University y de la Universidad Central Oklahoma, de Estados Unidos, ha revelado algunas de las claves de la baja tasa de adultos casados existente actualmente en este país.

Según los especialistas, los jóvenes adultos eluden el matrimonio sobre todo porque temen el divorcio.

De las 122 parejas encuestadas, más de dos tercios admitió preocupación por los problemas sociales, legales, emocionales y económicos derivados de un posible divorcio: casi el 67% de los encuestados señaló tener estas preocupaciones.

Por otra parte, las mujeres con ingresos más bajos fueron las que más afirmaron temer al matrimonio. Arguyeron que, si las cosas iban mal, podían acabar con responsabilidades domésticas adicionales y obtener escasos beneficios.

Por último, el estudio también constató que las parejas de clase trabajadora que convivían fueron las más propensas a ver el matrimonio sólo como “un papel firmado”, y como una situación casi idéntica a la de la convivencia sin estar casados.

Los autores del estudio esperan que estas constataciones ayuden a los consejeros matrimoniales a ajustar sus consejos para aliviar el miedo al matrimonio, actualmente generalizado en la sociedad norteamericana.

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