Tener un jefe abusivo no sólo provoca problemas en el trabajo sino que, además, puede aumentar las tensiones en el hogar.

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Baylor, en Estados Unidos, ha revelado que el estrés y la tensión ocasionadas por un jefe demasiado severo afectan también a las parejas de los empleados y a sus relaciones matrimoniales y, en consecuencia, a toda la familia.

La investigación fue realizada a través de encuestas online, con un total de 280 trabajadores a tiempo completo y sus parejas. El 75% de los empleados analizados fueron hombres y otro 75% tenían hijos que vivían con ellos. La media de edad de los participantes fue de 36 años.

Los resultados de las encuestas demostraron que aquellos trabajadores que estaban sometidos a demasiada tensión en sus puestos, se sentían menos motivados o capaces de implicarse en interacciones positivas con sus parejas y otros miembros de la familia.

Este hallazgo revela la importancia de identificar tácticas o mecanismos que alivien los efectos del abuso laboral en el entorno familiar de los trabajadores, señalan los científicos. Según ellos: “los empleados deben dar pasos hacia la prevención o la detención del abuso”.

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