Una investigación realizada dentro del marco de programa de investigación en neurociencia (NEURO) de la Academia de Finlandia para determinar la influencia de los genes en el comportamiento humano ha demostrado que, estadísticamente, existe una relación entre los genes y algunos desórdenes por ansiedad.

En el estudio se investigaron los datos de 321 individuos a los que se les había diagnosticado ansiedad y los diversos controles de salud que se les realizaron, descubriendo que diferentes genes mostraban evidencias de asociación con tipos específicos de desórdenes por ansiedad, como el trastorno de pánico (ataques súbitos de terror) o las fobias sociales (miedo en situaciones de interacción social).

Los investigadores señalan que esta predisposición genética supone que estas personas, ante determinados factores ambientales, sufran de una mayor predisposición a sufrir ansiedad que otras. El siguiente paso de la investigación será comprender los procesos moleculares y celulares que relacionan los genes con la regulación de la ansiedad.

Una mayor comprensión de las causas genéticas y neurobiológicas de la ansiedad ayudará a mejorar los tratamientos de este trastorno. Los medicamentos actuales benefician a aproximadamente la mitad de los enfermos que lo padecen, mientras que no funcionan para el resto, señalan los científicos.

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