Durante décadas, los científicos han sugerido que las emociones negativas pueden aumentar ciertos síntomas físicos comunes, como el dolor de cabeza o las molestias de estómago.

Ahora, un estudio reciente realizado por científicos de la Universida de Iowa, en Estados Unidos, señala que serían dos emociones negativas concretas, la depresión y la ansiedad, las que influyen en el estado físico de diversas formas.

Por otro lado, la investigación reveló que las personas deprimidas tienden más a informar sobre síntomas padecidos en el pasado, mientras que las personas que se sienten ansiosas informan más de síntomas en el momento presente.

Esta diferencia podría deberse a que la depresión está relacionada con las cavilaciones y los recuerdos exagerados sobre experiencias negativas del pasado, mientras que la ansiedad está vinculada a un estado de vigilancia ante posibles hechos negativos del presente.

Los investigadores señalan que comprender cómo el estado de ánimo influye en la descripción personal de los síntomas físicos resulta importante para realizar diagnósticos y decidir tratamientos ajustados a cada paciente.

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