Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, ha revelado que las gallinas responden, fisiológicamente y a través del comportamiento, al estrés de sus iguales.

Ésta es la primera investigación que demuestra que las aves poseen uno de los factores subyacentes a la empatía. En el estudio se aplicaron, también por vez primera, métodos de análisis del comportamiento y de medición de las variantes fisiológicas para determinar la presencia de estos factores en las aves.

Los investigadores constataron de este modo que, cuando los pollos de las gallinas fueron expuestos a bocanadas de aire, la frecuencia cardiaca de las gallinas aumentó. Además, las aves se pusieron alerta y aumentaron el número de las llamadas dirigidas a sus crías.

Estas reacciones habían sido utilizadas previamente como indicadores de respuesta emocional en animales. Según los científicos, comprender hasta qué punto los animales se ven afectados por el estrés de sus iguales resulta de gran importancia para el bienestar de los animales en criaderos o laboratorios.

Más información