La diferencia de la longevidad en hombres y mujeres podría tener una explicación genética, señala un estudio realizado por científicos de Japón.

En el estudio, se descubrió que ratonas nacidas, mediante manipulación genética, de dos madres –sin macho-, vivían significativamente más que ratonas nacidas de macho y hembra. En concreto, como media, las primeras vivían 186 días más que las segundas (que vivían entre 600 y 700 días).

Desde hace tiempo, se sabe que las mujeres tienden a vivir más que los hombres en casi todos los países del mundo, una característica que afecta también a otras especies de mamíferos. Sin embargo, hasta ahora no se ha podido averiguar muy bien a qué se debe esta diferencia.

Según los científicos japoneses, los resultados de esta investigación suponen la primera evidencia directa de que los genes del esperma tienen un efecto perjudicial en el tiempo de vida de los descendientes, en el caso de los mamíferos.

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