La calculadora debería utilizarse en la enseñanza primaria, según una investigación publicada en el Journal of Experimental Child Psychology. El nivel de conocimiento de un alumno condiciona el impacto positivo o negativo de la calculadora sobre el aprendizaje, han descubierto investigadores de la Universidad de Vanderbilt, por lo que consideran que una ayuda tecnológica como es la calculadora puede ayudar a los niños que ya tienen un cierto conocimiento de cálculo.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han evaluado alumnos de tres niveles diferentes de la enseñanza primaria y han descubierto que cuando necesitan resolver problemas que incluyen multiplicaciones, los niños que saben multiplicar no se perjudican por el uso de la calculadora. Sin embargo, cuando los niños no saben multiplicar, el uso de la calculadora puede resultar negativo.

Los investigadores han constatado asimismo que los alumnos que utilizan la calculadora tienen más posibilidades de resolver problemas con menos errores y que además les resulta más divertido trabajar con esta tecnología.


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