Investigadores de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, han examinado la depresión en niños en edad preescolar y señalan la importancia de que se produzca una detección temprana de este trastorno.

Los resultados del presente estudio sugieren que la depresión en edad preescolar no es sólo un acontecimiento temporal sino más bien una manifestación temprana de un trastorno posterior, dado que los niños deprimidos durante estas edades tienden más a padecer depresión en la infancia posterior y en la adolescencia.

Dado el efecto potencialmente duradero de este trastorno, la identificación e intervención cuanto antes resulta esencial. Los cerebros de los niños pequeños presentan una enorme plasticidad (se adaptan y cambian fácilmente), por lo que las intervenciones a estas edades resultan más efectivas que las posteriores, afirman los científicos.

La depresión en niños tan pequeños no presenta los mismos síntomas que en niños mayores o en adultos, por lo que en general es difícil de detectar por padres y educadores. Una herramienta de detección útil son las entrevistas psiquiátricas, que permiten establecer si el niño no disfruta de sus experiencias, tiende a sentirse culpable o presenta cambios en sus patrones de sueño.

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