Los niños recién nacidos durmientes son mejores aprendices de lo que se creía, señala un estudio de la Universidad de Florida cuyos resultados, por otra parte, podrían ayudar a desarrollar métodos de identificación de trastornos como el autismo o la dislexia en bebés muy pequeños.

Los autores de la investigación señalan que han encontrado una forma básica de aprendizaje en los recién nacidos mientras éstos duermen, una forma que no ha sido observada en los adultos en la misma situación.

Los investigadores probaron las habilidades cognitivas de los bebés que dormían con un test que consistió en repetir tonos y acompañar cada uno de éstos con un leve soplido de aire en los párpados de los niños. Después de 20 minutos de repeticiones tonales, 24 de los 26 pequeños contrajeron sus párpados después de los tonos, esperando la llegada del soplo.

La presente investigación es la primera que demuestra que los recién nacidos aprenden durmiendo, lo que explicaría en parte porqué tienen que dormir tanto después de nacer.

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