Científicos italianos han investigado, por vez primera, la salud de niños nacidos en prisión, en concreto, de niños que habían nacido y vivido en la cárcel durante un año y medio, entre 2003 y 2005.

Los resultados de este estudio sugieren que estos niños representan un grupo vulnerable con necesidades de atención médica específicas.

En la investigación fueron analizados un total de 150 niños, y se descubrió que el 20% de los que fueron gestados en prisión estuvieron menos de 37 semanas en el vientre materno (37 semanas es la media normal), en comparación con el 5% de otros niños italianos estudiados y que sirvieron de referencia para la comparación.

Por otro lado, los investigadores constataron que sólo el 14% de los niños encarcelados tenían al día sus vacunas, frente al casi 100% de los niños italianos que mantienen una vida normal. A pesar de las cifras, los científicos tienen esperanzas: el estudio constató que en prisión había un buen nivel de asistencia médica para estos pequeños, y también que esta asistencia está tomando una dirección positiva.

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