Los científicos han observado con un detalle sin precedentes el nacimiento de una estrella masiva en una núcleo de nubes oscuras a unos 10.000 años luz de la Tierra.

El equipo utilizó el telescopio ALMA de Chile -el radiotelescopio más potente del mundo- para ver el útero estelar que, con 500 veces la masa del Sol y mucho más luminoso, es el más grande jamás visto en nuestra galaxia.

Los investigadores dicen que sus observaciones revelan cómo se arrastra la materia hacia el centro de la gran nube gaseosa por la atracción gravitatoria de la estrella -o las estrellas- en formación, a lo largo de una serie de densos filamentos.

"Las observaciones de ALMA nos han permitido obtener la primera mirada en profundidad a lo que estaba pasando dentro de esta nube", explica el autor principal, Nicolas Peretto, de la Universidad de Cardiff. "Queríamos ver cómo las estrellas del monstruo se forman y crecen, y desde luego que logramos nuestro objetivo. Una de las fuentes que hemos encontrado es un gigante absoluta: ¡la mayor central protoestelar jamás vista en la Vía Láctea!"

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