El punk como subcultura no surge como una revuelta contra las injusticias, sino que más bien se creó y definió desde el interior, independientemente del mundo. Así lo afirma una nueva tesis de la Universidad de Uppsala (Suecia), que ha investigado la visión que tienen los punkis suecos e indonesios de sí mismos y de la sociedad.

La definición de lo que es el punk difiere dentro de los propios miembros de esta subcultura. "A menudo se asume que las subculturas se caracterizan por valores compartidos, cuando en realidad se mantienen unidas también por las diferencias", señala el sociólogo Erik Hannerz, autor de la tesis.

Para algunos, el punk consiste en la liberación individual, mientras que para otros se trata de una lucha interna con el propósito de crear un espacio colectivo para los otros. Para unos, la política no tiene nada que ver con el punk, mientras que para otros es un asunto central.

El trabajo demuestra que los aspectos externos, las injusticias sociales en este caso, no determinaron el nacimiento del punk, puesto que si así fuera se habrían visto grandes diferencias por países, señala Hannerz, cosa que no ocurre entre Suecia e Indonesia, donde aparecen las mismas estructuras y diferencias.

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