Ayer, el primer haz de partículas fue dirigido con éxito a través de los 27 kilómetros del LHC, el acelerador de partículas más grande del mundo, a las 10:28 minutos de la mañana. El histórico evento marcará un momento clave en la transición hacia una nueva era de descubrimientos científicos, publica el CERN.

El arranque del LHC de Ginebra supuso poner en marcha miles de elementos individuales que, a su vez, trabajaron en conjunto, así como un cronometraje sincronizado a la billonésima parte de un segundo.

El éxito del funcionamiento de la gran máquina ayer, da luz verde a los siguientes pasos. En las próximas semanas, los operadores del LHC irán ganando experiencia y confianza con el acelerador, y posteriormente los haces de partículas colisionarán para que comience el programa de investigación.

Una vez establecidas las colisiones, habrá un periodo de mediciones y calibraciones de cuatro experimentos principales. Dentro de un año, aparecerán los primeros resultados. Según el CERN, estos experimentos permitirán a los físicos completar un viaje por el conocimiento que comenzó con la descripción newtoniana de la gravedad.

La gravedad actúa sobre la masa, pero la ciencia aún no ha sido capaz de explicar el mecanismo por el que la masa se genera. Se espera que las pruebas en el LHC permitan encontrar las respuestas. Los científicos tienen asimismo la esperanza de probar la existencia de la materia oscura, de comprender porqué la naturaleza tiene preferencia por la materia sobre la antimateria, y tratar de averiguar cómo era la materia al inicio de los tiempos.

Según Robert Aumar, director general del CERN, “el programa de investigación del LCH podría cambiar profundamente nuestra visión del universo”. El tiempo hablará, esperemos que en una lengua comprensible para todos.


Más información