Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, ha revelado que, a pesar de lo que suele creerse, los estudiantes que no presentan un buen comportamiento en clase no siempre son los que sacan peores notas.

Los científicos hicieron un seguimiento a 350 estudiantes, durante un periodo de cinco años. En este tiempo, fueron evaluados aspectos como la opinión de los profesores acerca del comportamiento de los chicos, los resultados académicos de éstos o su rendimiento en general.

De esta forma, se constató que los profesores eran más propicios a informar de que los estudiantes que se portaban bien eran mejores académicamente.

Por el contrario, los profesores tendían a pensar que los alumnos que se portaban mal rendían menos académicamente, aunque realmente no fuera así.

Los investigadores concluyen a partir de estos resultados que la educación debe esmerarse no sólo en el aspecto académico sino también en el de los comportamientos sociales, si se pretende que ambos aspectos concuerden realmente en el contexto escolar.

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