El ejercicio físico mejora la calidad de vida de las mujeres posmenopáusicas, independientemente de que éstas pierdan o no peso, señala a un estudio realizado en el Pennington Biomedical Research Center y en la Louisiana State University, ambos en Estados Unidos.

La inactividad física, por el contrario, supone un factor de riesgo para varias condiciones crónicas como la diabetes, la diabetes melitosa, las enfermedades coronarias y diversos tipos de cáncer.

El estudio fue realizado con 430 mujeres posmenopáusicas de una edad media de 57 años, que tenían un estilo de vida sedentario. A la mitad de ellas se les pidió que siguieran sin hacer ejercicio, mientras que la otra mitad de las mujeres se les solicitó que lo hicieran.

Tanto al inicio de la investigación como seis meses más tarde, se realizó una encuesta para medir aspectos físicos y mentales de todas las mujeres. Así, se constató que la actividad física regular en este grupo de edad y sexo mejora el estado de humor, reduce el estrés, incrementa los niveles de energía y, en definitiva, aporta calidad de vida.

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