Una investigación reciente realizada por científicos de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, sugiere que los arranques breves de actividad física son tan beneficiosos para la salud infantil como las sesiones largas de ejercicio.

Estos resultados apuntan a que se debería animar a los niños a que realicen sesiones cortas de actividad de forma regular. La buena noticia es que ése suele ser el comportamiento natural de los niños.

La mayoría de las directrices relativas a la actividad física recomiendan que los niños realicen diariamente al menos sesenta minutos de actividad entre moderada y enérgica. Sin embargo, mientras que algunos afirman que esta actividad se debería realizar en sesiones de entre 5 y 10 minutos, otros opinan que es suficiente si la actividad se desarrolla en periodos cortos de menos de cinco minutos cada uno.

Para llevar a cabo esta investigación, los científicos colocaron unos dispositivos electrónicos, denominados acelerómetros, a 47 chicos de entre 8 y 10 años. La mayoría de ellos disfrutaba de buena salud y sus pesos estaban dentro de lo que se considera sano. Los niños llevaron el dispositivo durante siete días.

Este registro reveló que la relación entre la frecuencia de los arranques breves de actividad (es decir, los que duran menos de cuatro segundos) y la salud era la misma que la que existía entre las rachas largas (esto es, de más de cinco minutos) y la salud.

Más información