Un nuevo estudio realizado por sociólogos de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, sugiere que, contrariamente a lo que se suele pensar, la ayuda y el apoyo por parte de los padres a los jóvenes adultos propicia que éstos progresen hacia la autonomía y la autoconfianza.

Según los investigadores, el hecho de que la gente joven dependa tanto de sus padres hasta edades avanzadas, cuando las generaciones anteriores han formado sus familias y han sido trabajadores responsables desde muy pronto, ha generado una gran ansiedad pública, una preocupación sobre la inmadurez de los jóvenes adultos y sobre la imposibilidad de su desarrollo.

Pero, según los sociólogos, lo único que ocurre es que, hoy día, el camino hacia la edad adulta es mucho más largo y arduo de lo que era hace treinta años. Esto se debe, entre otros factores, a que hoy día la gente pasa más tiempo estudiando y preparándose, porque el sistema y la economía exigen una educación más avanzada que nunca.

Los investigadores analizaron datos sobre las condiciones en que actualmente viven los jóvenes adultos. De este análisis concluyeron que, a pesar de todo, la gente joven acaba siendo cada vez más independiente, a medida que cumple años.

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