Científicos de la University of Western Ontario, en Canadá, han descubierto el vínculo biológico entre el estrés, la ansiedad y la depresión. En concreto, lo que los investigadores han identificado es el mecanismo cerebral por el que el estrés y la ansiedad acaban produciendo depresiones.

Asimismo, en el estudio se desarrolló una pequeña molécula inhibidora, que en un futuro podría ser utilizada para desarrollar métodos más eficientes de tratamiento de la ansiedad, de la depresión y otros trastornos asociados.

Para realizar estos hallazgos, los científicos usaron ratones y realizaron una serie de experimentos moleculares. Ahora queda por ver si el inhibidor desarrollado puede convertirse en un agente farmacéutico, explican.

De ser así, esta molécula inhibidora podría dar lugar a una nueva generación de medicamentos que se usarían para tratar selectivamente la depresión, de manera más eficaz. Algo extremadamente necesario, puesto que, según la Organización Mundial de la Salud, la depresión, la ansiedad y otros trastornos psicológicos son actualmente las causas más generalizadas de enfermedad crónica en el mundo.

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