Científicos del instituto nacional de investigación agronómica (INRA) de Rennes, Francia, han establecido una relación entre la dieta de las embarazadas y la incidencia de alergias en los descendientes.

Los investigadores descubrieron, en concreto, que si la dieta de las embarazadas contiene un grupo específico de ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs) presente en pescados, aceite de nuez o semillas de lino, el intestino de los bebés se desarrolla de manera distinta.

El grupo de ácidos grasos poliinsaturados que resulta tan beneficioso es el conocido como “n-3PUFAs”. Gracias a él, el sistema inmunológico de los bebés se desarrolla y madura más rápido, lo que reduce la propensión de los niños a las alergias.

Los “n-3PUFAs” aumentan la capacidad de respuesta de las células inmunes del intestino de los pequeños a bacterias y a sustancias extrañas. Como consecuencia, hacen que los bebés sean menos propicios a padecer alergias, explican los científicos.

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