Un alto grado de estrés en la familia puede llevar al sistema inmunológico del niño a verse afectado, según un estudio realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Jönköping y de la Universidad de Linköping, ambas de Suecia.

Nuestro sistema inmune tiene la tarea de protegernos contra las bacterias y los virus. Nuestros cuerpos también están equipados para manejar el estrés cotidiano, que es un estrés que dura solo un breve tiempo.

Por otro lado , una situación estresante, difícil, o un aumento a largo plazo en el estrés pueden afectar negativamente al sistema inmune. Este tipo de estrés a largo plazo puede desarrollarse cuando un familiar cercano muere o cuando los adultos se ven atrapados en situaciones difíciles, difíciles de manejar.

El estudio muestra que los niños de familias altamente estresadas tenían un alto nivel de cortisol, que es un marcador biológico del estrés. El estudio de investigación también apunta hacia el hecho de que un alto nivel de estrés afecta negativamente al sistema inmune, es decir, que no es tan resistente cuando el cuerpo está expuesto a un alto nivel de estrés. En lugar de eso, el sistema inmune reacciona a sustancias en el cuerpo que no son perjudiciales, lo cual quizás está ligado a una reacción autoinmune.

El estudio incluyó a familias con niños de cinco años de edad. Los padres respondieron a preguntas relacionadas con el estrés y posibles dificultades que habían afectado a la familia, como el divorcio o el desempleo.

Las respuestas llevaron a los investigadores a identificar a un grupo de niños que probablemente experimentaran altos niveles de estrés en sus familias, y un grupo de niños que supuestamente se habían criado con niveles de estrés normales.

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